Por Alberto Ríos

No todos los días se puede disfrutar en Perú de una masterclass con un director de la talla de Apichatpong Weerasethakul. El ganador de la Palma de Oro de Cannes del año 2010 con la película El Tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas, se encuentra actualmente en territorio nacional realizando una serie de actividades junto a  Playlab Films.

El pasado 15 de marzo “Joe”, como le gusta ser llamado, ofreció de manera gratuita una clase maestra en el Centro Cultural de la  Pontificia Universidad Católica del Perú acerca de sus inspiraciones como cineasta a lo largo de su carrera. Luego de la masterclass se dio la premiere nacional de Memoria, su más reciente película, la cual también contó con un conversatorio junto a su director. Pero estas no son todas las actividades que el cineasta tailandes realizará en Perú. Del 18 al 28 de junio próximos. dirigirá el taller “Apichatpong Weerasethakul Lab: filmando en el Amazonas”, en el cual junto a  50  jóvenes directores, se sumergirá en una experiencia vivencial en la selva amazónica de Madre de Dios, en el que se realizará la filmación de 50 cortometrajes.

Su paso por Perú

Esta no es la primera vez que Apichatpong visita el Perú. En 2013 vino para ser parte del jurado del Festival Lima Independiente. Nueve años después volvió a pasear por nuestra capital y se permitió reflexionar frente a nuestras costas . “Desde Tailandia, Perú siempre ha parecido tan distante, como sé que Tailandia debe parecer a los peruanos. Pero mientras volvía a pasear por la ciudad luego de nueve años, me fui a este centro comercial que se ubica frente al mar y me puse a ver el atardecer. Me di cuenta que pese a que la ciudad ha cambiado, a que yo he cambiado, ese atardecer sigue siendo el mismo. Que ese sol que podía ver era el mismo que observaba desde casa y que de cierta forma todos estamos conectados en este mundo por esta casa que es nuestro planeta Tierra. Yo creo que eso es algo hermoso”, mencionó el director. Respecto a sus expectativas con el taller, “Joe”, agregó que su intención con este trabajo es poder tener una conversación con los jóvenes cineastas, con la naturaleza con la que trabajamos y poder darnos cuenta de que todos estamos conectados en este mundo.

“De niño tenía una imagen de la amazonía formada de tercera o cuarta mano a partir de los escritores tailandeses que escribía historias de aventura inspiradas en los relatos de occidente y que utilizaban los parajes amazónicos como locación para la historia”, mencionó el director respecto a su próximo viaje hacia la amazonía. Sin embargo también aclaró que va sin ninguna expectativa, debido a que “ir sin ideas preconcebidas es la única manera de poder tener una experiencia real al momento de conocer algo nuevo”.

Apichatpong y su Cine

El cine de Apichatpong no es un cine fácil ni sigue los cánones narrativos tradicionales, sino que explora los diversos mundos oníricos y sobrenaturales que componen su imaginario personal y creativo. Weerasetakhul debe ser uno de los directores más únicos de la actualidad, enfocando su cine en experiencias sensoriales. Y es que el director busca generar sensaciones inmersivas en el espectador mediante el sonido y los juegos de luz y sombras al mismo tiempo que explorar experiencias oníricas, fantásticas y extrasensoriales en sus protagonistas que en muchas ocasiones son percibidas como parte normal de la realidad por los personajes de su cine. Un realismo onírico (por no utilizar el término mágico) en el que conviven secuencias surreales, criaturas ancestrales, fantasmas de antepasados y animales espirituales que co-habitan en el plano de lo real.

El propio director afirma su fascinación por lo onírico. “Los sueños son lo más parecido al cine que tenemos en nuestra realidad, incluso son una experiencia mucho más inmersiva. Para mi los sueños son una fuente de inspiración porque no creo que exista una separación entre el sueño y lo real. Tanto mientras dormimos como mientras estamos despiertos, nuestro cerebro sigue procesando lo que vemos, sentimos y hacemos. Es una continuación del pensamiento, solo que el sueño es una experiencia donde exploramos sin límites lo que sabemos”, mencionó Apichatpong.

Los relatos, historias y leyendas juegan un papel importante en el cine de Weerasethakul. Sobre esto el ganador de la Palma de Oro de 2010 mencionó que “en la naturaleza humana siempre ha habido un gran interés por el misterio. Queríamos ir a la luna y conseguimos llegar a la luna pero en nuestro planeta aún hay tantas cosas que conocer. Yo mismo soy muy curioso. La naturaleza, las costumbres y las tradiciones son un enlace con la realidad, los cuales reflejan el pensamiento de las personas. Yo tengo atracción hacia estas historias, imaginarlas y poder descubrir su origen mediante el cine ”. Sin embargo es la dualidad entre los elementos fantásticos y cotidianos (como una clase de gimnasia al aire libre, una salida a un karaoke o una comida entre amigos) lo que permite permite al cine de Weerasethakul ser un cine de alegorías, comparaciones y mensajes en el subtexto, todo al mismo tiempo que la atmósfera, lo visual y el sonido generan en el espectador una experiencia sensorial, depurada, inmersiva y muy alejada de los cánones tradicionales de cine occidental.  (Alberto Ríos)