Hoy todos los peruanos debemos hacer un minuto de silencio.
Un 15 de enero de 1881, hace 140 años, a las 2pm, termina la batalla de Miraflores y los chilenos se preparan para ingresar el 17 a Lima. Todo está consumado, en una ocupación que irá hasta 1883.
Nuestros compatriotas lo dejaron todo. Y un mensaje de amor a la Patria que no podemos olvidar.
En esta gesta, el colectivo civil se unió a las fuerzas de línea para defender a la patria. ¿Cuántos recordamos estos sucesos de gloria?. ¿Los jóvenes están enterados de ello?. Cuando pasamos frente al Reducto 2 o al lado del 5 en Surquillo, además de apreciar un bello parque, ¿no recordamos que son santuarios de la defensa de la Patria?.
Y este ejemplo de lucha, de perseverancia, de sacar lo mejor de uno, presentes en innumerables episodios de la Batalla, debemos trasladarlo cada día en el quehacer nuestro.
Hoy estamos en situaciones parecidas. Existe una Batalla nueva y el enemigo es invisible y cruel. Desde cada uno de nuestros recintos, debemos esforzarnos para salir adelante, con mucha fé y pundonor, aquel que nos enseñaron los caídos el 15 de enero de 1881.
Defendiendo los principios de las reglas claras jurídicas, creando empresa y puestos de trabajo, siendo agradecidos y resilientes ante la adversidad, pensando permanentemente en el prójimo, daremos el mejor homenaje a esos hombres y mujeres que pelearon por ver un país libre de toda opresión.
Un minuto de silencio. Pero no solo ello. La historia nos enseña que debemos transformar ese minuto en muchos de acción solidaria permanente.
De esa manera nuestros héroes serán verdaderamente honrados.