Se dice que en el país de sol naciente el único que no hace reverencia o inclinación al emperador es el maestro., pues en un país donde no hay docentes no hay emperadores. Que importante lección si al menos entendiéramos un poco de lo que es el respeto y reconocimiento a tan honorable vocación.

¿Cómo es valorizada está vocación en el Perú? ¿Cuáles son las condiciones de los maestros en el Perú? Son dos preguntas que deseo compartir con ustedes en esta reflexión. A la primera, nos surgen muchas interrogantes, pero vayamos a datos que nos hacen ver que sí hemos avanzado, pero aún falta mucho, donde una carrera magisterial con 8 niveles hace que sea una línea de carrera poco atractiva. Donde la remuneración sigue siendo un problema del todo no resuelto, y por otro lado por más que los gobiernos han promovido la beca vocación maestro, aún son pocos jóvenes que se animan a estudiar educación.

La segunda pregunta, y más aún en estas condiciones de pandemia nos preguntamos ¿Saben las autoridades cuantos maestros han fallecido por cumplir su labor por COVID 19? ¿Saben cuántos maestros han quedo en suspensión perfecta debido al quiebre de muchos colegios privados? ¿Saben cuántos docentes no cuentan con los recursos necesitarlos para enfrentar la enseñanza remota? Aquellas tablets que prometieron que llegarían, pero al parecer será para fin de año. Pero sabemos que muchos de ellos con los pocos o muchos recursos que tienen siguen al frente dando lo mejor de sí para que la educación no se detenga. Porque aquí es donde se están jugando el presente y futuro de nuestro país.

En el Perú el 6 de Julio se celebra el día del maestro, por ello un motivo más para reconocer su labor que viene haciendo, y más en este contexto donde han tenido que afrontar esta situación, con una educación a distancia que muchos de ellos o no han tenido los recursos o incluso la capacitación oportuna, pero a pesar de ello siguen al frente de la educación de millones de niños, adolescentes y jóvenes.  Desde aquí un ¡Feliz día maestro! Un aplauso y por qué no, una reverencia a ustedes.