Por Ántero Flores-Aráoz
Es verdad de Perogrullo, que al estar el Perú en zona sísmica y además con más frecuencia y, ya hasta rutinario el famoso “Fenómeno del Niño”, tenemos que estar preparados seriamente para afrontar las inclemencias de la naturaleza.
Según reciente información divulgada por el “Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED) existen 213 distritos en alerta por huaycos, deslizamientos e inundaciones debido al incremento desmesurado de lluvias, las que proseguirán hasta el mes de mayo según lo previsto por el SENAMHI.
Pese a lo advertido es vergonzoso que no todos participen en los simulacros y, si encima muchos lo tomen a la broma en complemento de la falta de prevención estatal, no quiero ni imaginarme las consecuencias de algún movimiento telúrico de alto grado o de mayor intensidad en las precipitaciones pluviales.
Sabemos que el “Fenómeno del Niño” ocurre recurrentemente, al igual que el friaje en varias de nuestras localidades de serranía, empero, todos los años las ayudas son únicamente de urgencia, pero no las acciones de prevención.
Cuando contra la corriente y previsoramente nuestras Fuerzas Armadas y Policiales adquieren transportes, tanto terrestres como marítimos y aéreos, hay quienes critican el gasto, que no es tal sino inversión, aduciendo que ya no hay ningún conflicto bélico en perspectiva, y que los recursos en dicho material mejor deberían emplearse en otros servicios del Estado. ¡Error! El material de transportes de nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, es empleable para paliar los efectos de los fenómenos naturales, tanto de la ayuda de inmediatez como la posterior de reconstrucción.
Al margen de lo antes expuesto se requieren de otras acciones preventivas y disuasivas, por ejemplo, respecto a las edificaciones en sitio de cursos de agua, limpieza de lechos de ríos y otros cauces, así como tener material de transporte para heridos de gravedad, que ante la falta de ellos perecen sin llegar a los centros de salud.
Dentro de acciones preventivas y disuasivas, debería reestudiarse la normatividad penal, respecto a quienes edifican en cauces de río, aunque estén temporalmente secos, así como respecto a las autoridades competentes que no actúan en consecuencia o lo hacen mal. Igual reestudio debería hacerse en cuanto a quienes vierten residuos sólidos, desmontes, desperdicios, basura y todo tipo de follaje en los ríos.
Igualmente debería hacerse con tiempo las obras de descolmatación y limpieza de cauces de ríos con peligros de desbordes, y agravarse las penas de los funcionarios que empleen los recursos con tal fin, para otros menesteres y, sin olvidar las acciones corruptas. Debería tener INDECI raciones alimenticias permanentemente, para colaborar de inmediato en los desastres.
Tema de vital importancia es contar con hospitales de campaña para grandes desastres e incluso tener aviones y helicópteros ambulancia, que permitan con los adelantos de las ciencias médicas, dar primeros auxilios de calidad y trasladar a las personas gravemente afectadas a los centros hospitalarios. Tengo entendido que existen en nuestras Fuerzas Armadas material aéreo sin uso que podría ser acondicionado. Hay tareas que cumplir.
