La reciente publicación del DS 151-2020-PCM, aprobando el Plan de Cierre de Brechas (PCB) para 25 distritos localizados en el área de influencia del circuito petrolero del departamento de Loreto, es para la PCM y desde su lógica centralista, un gran paso para restablecer la gobernabilidad y paz social en los territorios donde el Estado tiene una gran deuda social y ambiental, desde el inicio de la actividad petrolera de aquel lejano1971, y que hasta la fecha, no puede y no sabe cómo entregar dignidadyjusticia a sus ciudadanos, para que nadie se quedeatrás.
Hoy, con un esquema factico de un estado patrón, trata de imponer, soterradamente, un Plan, en medio de un conflicto social creciente en la localidad de Bretaña (Lote 95) donde no se asoma para nada como tampoco coordina acciones de intervención interinstitucionalpara restablecer la calma en el territorio,en un contexto donde nadie tiene una estrategia de acción, más allá de parecerse un bombero o un notario.
La publicación de un texto normativo publicado por la PCM no lleva el acuerdo y validación de contenidos, tanto en su diagnósticocomo en su implementacióndelPCB como así se acordaron con el equipo negociador, lo que explica el descontento de las comunidades y de sus principales dirigentes de rechazar la referida norma legal por su carácterimpositivoy unilateral en todos sus extremos.
En vez de abonarpaz en un terrenodifícilyarcilloso,el gobierno nacional extiende sus múltiples problemas, al querer intervenir en un territorio donde la distancia, dispersión, multilinguistico y heterogéneo es su principal limitante, y sin tener en consideración sus innumerables cuellos de botellas estructurales, que no son abordados en el PCB, y serán las primeras piedras que van a neutralizar los esfuerzos de intervención para alcanzar resultados exitosos en la procura de aumentar la productividad, la extensión del empleo y mejora sustantiva en los niveles de ingresos en la zona rural, de preferencia en el grupo femenino, donde la desigualdad es más pronunciada.
En la parte financiera del PCB, y para cerrar las múltiples heridas no cicatrizadas en el tiempo, la PCM recurre a su esquema clásico de su programación multianual de inversiones (PMI) para intervenir en un terreno postrado en una situación de emergencia y que requiere de esquemas de actuación innovadoras, como la implementaciónde una nuevaestructuraorgánicainstitucionalpara facilitareltránsito delaetapa constructiva de losexpedientestécnicos asu ejecución con un presupuesto asegurado.
La nueva institucionalidad, no solamente se debe crear para facilitar el tránsito y viabilidad de los proyectos de inversión;también para fomentar y promover desarrollo y habilidades humanas como una herramienta potente para alcanzar objetivos y metas programadas en la parte productiva y agroalimentaria; y un tercer elemento en el diseño institucional, se encuentra los llamados arreglos institucionales para que los gobiernos locales y organizaciones sociales de base, sean los garantes de un proceso de sostenibilidad del plan, que garanticen gestión pública eficiente y transparente, con organizaciones sociales de alto desempeño para la gobernabilidad ambiental y productiva.