La pérdida de categoría del club deportivo Alianza Lima, uno de los equipos de futbol de mayor arraigo a nivel nacional, jugara por segunda vez en su 119 años de fundación, en la segunda división; genero diversas reacciones con diversos niveles de interpretación y mensajes, como aquel que regresaran con mayor fortaleza y decisión. Pero son tiempos difícil para una institución que cometió diversos errores en distintos momentos, y no aprendió a acumular experiencia en las canchas de futbol en cuanto a la aplicación de estrategias para amalgar los múltiples y variados cambios en los 90 minutos de juego y así hacer de las jugadas un reto a la estrategia dinámica.

Pep Guardiola, en sus distintos libros publicados por diversos autores sobre su éxito en las canchas deportivas, manifiesta algo importante y solido en una estrategia: creer en lo que planificas (y saber comunicar a sus jugadores de una manera sencilla y clara) y establecer su flexibilidad, conocer al rival e identificar y mover con precisión las variables de mayor vulnerabilidad de acción. Pep, instituyó en el Barcelona FC y en su plantel de jugadores, tres movimientos claves para el éxito del equipo, que va más allá del individualismo y del pensamiento mezquino. La primera de ellas, es la rapidez en las jugadas, y esto implica el conocimiento exacto de cada jugador (variable) y la posición a futuro (fuerza y potencial) para ir adelantando jugadas en la medida que se vaya ganando otro terreno; una segunda movimiento clave, es la precisión en las jugadas y la pelota en el lugar donde debería estar, esto significa el nivel de conocimiento de cada jugador sobre la posición que ocupe asumiendo una responsabilidad incremental en el éxito de la jugada y del partido; un tercer elemento clave, es la (capacidad de) creatividad de cada jugador, respetando la planificación estratégica del entrenador (líder), sobresaliendo la generación de valor o la riqueza incremental de cada variable hacia el logro del objetivo institucional.

Lo que ocurrió con el equipo de Alianza Lima calza exactamente en un sistema económico o en una empresa, y porque no, en una familia. Debes planificar y estar fuertemente convencido y empoderado de lo que vas a desarrollar y lo que vas a lograr como objetivo: confiar en ti (y en tu capacidad y talento intuitivo) y en la fortaleza de acción de cada uno de sus integrantes (equipo de profesionales de gran talento y capacidad de acción y reacción), saber escuchar (opiniones y consejos) y adelantarse a la jugada (el gran mercado) para alcanzar niveles superiores de desarrollo y de cambios sustantivos para beneficios colectivos. A nuestra Amazonia y a Loreto, les falto y le sigue faltando líderes que planifiquen el territorio sin mirar su beneficio particular o intereses de grupo, y con el solo objetivo de alcanzar beneficio y progreso colectivo, cualquiera sea el lugar donde se encuentre el ciudadano; con la capacidad suficiente de mover con rapidez el talento humano e identificar el recurso para movilizarlo en el momento adecuado; la precisión para identificar el recurso y volverlo “escaso” para penetrar al mercado y volverlo comercial (el recurso que genere riqueza); y la creatividad paso fundamental para hacer de esta maravilla natural, en este espacio tan grande, un territorio con potencialidades reales aprovechando la capacidad creativa e innovadora de sus gentes, sobre todo de aquellos(as) que se encuentran en el ámbito rural.

Se fue a segunda división mi Alianza Lima querido, pero estoy convencido que regresará con fuerza para ocupar el lugar que le corresponde, al igual que la Amazonia (y Loreto), es cuestión de tiempos y de elegir al líder que amalgará dimensiones para volverlos en un solo objetivo: beneficio y riqueza colectiva.