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LA RECONFIGURACIÓN DEL PUENTE AÉREO PERÚ-BOLIVIA-BRASIL

LA RECONFIGURACIÓN DEL PUENTE AÉREO PERÚ-BOLIVIA-BRASIL

Entre los meses de junio y octubre de este año se descubrió y destruyó dos pistas de aterrizaje clandestinas en el norte del Perú. ¿Cómo se explica la construcción y funcionamiento de estas dos pistas en esa parte del país? ¿Qué cambios está ocurriendo en el modus operandi del narcotráfico? ¿Qué escenarios pueden abrir nuevas pistas en esa zona del país?

Mórrope/Lambayeque y Bayobar/Piura: Nuevas pistas para acopiar y exportar drogas.

Veamos los dos casos. Primero, el 18 de junio pasado, en el sector Las Dunas, en el distrito de Mórrope, en la provincia de Chiclayo, en la región Lambayeque, la policía junto a otras autoridades destruyo una pista de aterrizaje que tenía 800 metros. Por las huellas halladas en el lugar, los agentes presumen que “aterrizaban naves Aero deportivas (Cessna, Super Stol)”.

Esta pista contaba con parantes de aluminio que servían como indicadores de viento para el aterrizaje y despegue de las avionetas. “Las bandas usarían dos rutas…para llegar a este lugar, una por el litoral de costa y otras por las Dunas. Emplean camionetas de doble cabina. Desembarcaba 300 a 500 kg de droga por semana en dos o tres vuelos” indicó la policía.

Luego, añadió: “Un individuo sube con los paquetes de droga (al avión) y luego los lanza al mar.…para su recojo y posterior comercialización y distribución” (Correo 19.06.2020).  En otros términos, esta pista habría servido para acopiar y transportar las cargas de droga al mar y lanzarlos para su distribución (subirlos a los barcos) y comercializarlos en otras zonas.

Segundo, el viernes 2 de octubre pasado, en el distrito de Bayobar, provincia de Sechura, en Piura, la policía y otras autoridades (fiscalía antidrogas y la Fuerza Aérea) ubicaron una pista de un kilómetro de largo y 30 de ancho, a la altura del kilómetro 41 de la antigua carretera departamental, en el tramo que corresponde la ciudad de Punta Bapo – Playa Reventazón.

La pista estaba acondicionada con señalización para el aterrizaje y despegue de avionetas de gran capacidad. “Esta pista es utilizada para el acopio de droga (cocaína, marihuana, pasta básica), la cual es llevada en lanchas, porque la pista está cerca al mar, para posteriormente sacarla en las avionetas al extranjero, puede ser México u otros países”, señaló un jefe policial.

Dos cosas nuevas: uno, allí no solo se acopiaba pasta básica y cocaína sino también marihuana y, dos, las avionetas habrían salido con destino a México y otros países. Sobre lo primero: la marihuana estaría transitando de la exportación marítima a la aérea clandestina. Y, sobre lo segundo, si los vuelos habrían ido a México, un cartel mexicano estaría tras esta pista.

En general, las pistas en Lambayeque y Piura son las primeras donde ha dominado la salida marítima y por la carretera a la frontera. Son, además, pistas lejanas del vasto escenario donde los narcos usaron y siguen usando avionetas para sacar droga. Una mirada retrospectiva al panorama actual de los narcovuelos contextualizara e intentara explicar su aparición.

2008-2015: El Vraem el epicentro del puente aéreo Perú-Bolivia y Brasil

Entre 2008 al 2015, el Vraem fue el epicentro de los narcovuelos en el Perú. En agosto de 2015, según el Comando Conjunto de las FFAA, en las tres regiones que forman este valle (Ayacucho, Junín y Cusco) destruyó 36 pistas. Le seguía Pasco, Huánuco, Puno, Madre de Dios y Ucayali. En este periodo, aunque fugazmente, hubo pistas en la sierra de Ayacucho y Apurímac.

Los narcovuelos configuraron un nuevo puente aéreo: Perú-Bolivia-Brasil. Uno diferente al que dominó en el boom de la coca y la pasta base de los 80 y el primer lustro de los 90: Perú-Colombia. El cambio del destino de la “base” (casi cocaína) o cocaína pura de Colombia a Brasil indicaba los nuevos destinos finales de la mayor parte estás: de EEUU a Europa y Brasil.

Las narcoavionetas que salían, según las FFAA, de las 120 pistas de aterrizaje existentes en el Vraem y los demás valles amazónicos salían con destino a Bolivia, país de escala de las cargas de cocaína. De allí la cocaína, sea por aire o terrestre, seguía a Brasil. Otro dato nuevo respecto al puente aéreo anterior: la mayoría de avionetas Cessna eran de matrícula boliviana.

La destrucción de las pistas de aterrizaje clandestinas entre 2013 al 2015, la interdicción terrestre (no aérea) de avionetas y el abandono de estas por fallas técnicas incrementó los costos logísticos a los narcos. Generó riesgos en el clima de negocios, principalmente, en el Vraem. Esa situación obligó al narcotráfico a abandonar las pistas de aterrizaje clandestinas de esta zona.

Así, cesó los narcovuelos en el Vraem. Mo ocurrió lo mismo en las demás zonas. En Pichis-Palcazu, que involucra zonas de Pasco, Ucayali y Huánuco, continuaron los narcovuelos con la misma intensidad. En otras zonas, en cambio, se incrementó o se expandió entre 2016 y 2019. En la provincia de Atalaya, en Ucayali, según dos alcaldes, en 2018 había ocho pistas.

En Alto y Bajo Urubamba, en los distritos de Echarati y Megantoni, La Convención, en Cusco: en 2017, había cinco y, hasta la fecha, habría diez pistas. En el Parque Nacional del Manú, en Madre de Dios: en 2018, según La República, había tres pistas identificadas. Y, en el Parque Baguaja Sonene, en Puno: entre 2012 y 2018, la policía destruyó tres pistas.

En 2019, después de más de 20 años, se reactivaron las pistas de aterrizaje en el Alto y Bajo Huallaga. El 14 de junio, una avioneta de matrícula boliviana fue abandonada en un camino vecinal cerca de Challuayacu, en el distrito de Pólvora, provincia de Tocache, en la región San Martín. Este era, según el gobernador regional, el quinto vuelo en esa zona.

Dos meses después, el 14 de agosto, en el caserío Dos de Mayo, en el distrito de Navarro, provincia de San Martín, un enfrentamiento entre policías y narcotraficantes cerca de Chipurana, la capital de este distrito, que culminó con la incautación de 280 kg de PBC reveló –según fuentes locales- la existencia de una pista de aterrizaje en la ribera del río Huallaga.

Un año después, el 6 de agosto de 2020, en el caserío de San Antonio, en el distrito de Papaplaya, en la misma provincia, la policía incautó 340 kg de PBC que iba a ser enviada en un vuelo. “La avioneta que iba…a recoger la ilegal mercancía no pudo (aterrizar) por problemas técnicos” indicó la policía. En suma, entre 2019 y este año, se reactivaron tres pistas en San Martín.

El panorama se caracteriza por el incremento y la expansión de las narcopistas. También por la reactivación de pistas en el Vraem. Es posible que el incremento en Atalaya, Urubamba y Manu se deba a la migración de las que abandonaron en el Vraem. Pero en San Martín y Baguaja Sonene se debería al incremento de la producción de coca, pasta y cocaína.

El rumbo de los narcovuelos es el mismo: Bolivia y después a Brasil, el segundo país de mayor consumo mundial de cocaína y de tránsito a Europa. Sin embargo, es innegable que la interdicción de avionetas en pistas, pero sin interdicción aérea es un factor -como el Vraem- que obliga a los narcotraficantes a buscar nuevas rutas de salida de esa mercancía.

 Nuevas rutas aéreas sin control: La reconfiguración del puente aéreo.

Así, antes y en plena pandemia del Covid-19, el puente aéreo Perú-Bolivia-Brasil sigue siendo una de las principales vías de exportación de cocaína. Más aún, se fortaleció. Un contexto signado por la destrucción/rehabilitación y la concentración y expansión de pistas. El hallazgo de las pistas de aterrizaje en Piura y Lambayeque se inscriben en este complejo escenario.

Ergo, el narcotráfico estaría construyendo una nueva ruta aérea a México y posiblemente a Colombia para la exportación de drogas más que a EE.UU. a Europa, este último el principal destino de la cocaína nacional. Es una ruta aérea para abastecer de drogas a los carteles que operan en la vía marítima. En el caso de la pista de Bayobar, sería para un cartel mexicano.

Además, la utilización de pistas incorpora una nueva función a estas regiones. Al acopio, acondicionamiento, camuflaje y embarque de drogas en los puertos marítimos y el litoral que realizaba el narcotráfico en estas, incorpora el acopio en pistas y el traslado en avionetas a los buques o para su distribución y consumo en otras zonas.

Ahora, si las pistas en el norte buscan nuevas rutas alternativas a la selva central y el nororiente lo que estaría ocurriendo es la reconfiguración del puente aéreo Perú-Bolivia-Brasil. Ese es un cambio que estaría en curso. En ese sentido, es posible que existan más pistas y los narcotraficantes construyan nuevas en el norte del país. Es un territorio muy amplio y libre de control.

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