A estas alturas ya nadie puede dudar el decisivo impacto del Covid-19. La epidemia ha sido como ese “Cisne Negro” –un suceso altamente improbable pero que se da- y ha acelerado la transformación en muchos aspectos de la vida. Si bien no podemos decir hoy a ciencia cierta cuáles serán las consecuencias de la pandemia sí podemos decir que hoy reina mucha incertidumbre y desinformación.
La minería como todos los sectores productivos también ha sido tocada por la pandemia y sus estragos. No solo a nivel operativo sino además en relación a su entorno, en el que se incluye a las comunidades o poblaciones que son parte de sus zonas de influencia directa e indirecta.
Como decíamos hoy -en la sociedad- reina la desinformación y la incertidumbre, una provoca a la otra y viceversa. La desinformación va desde cómo apareció la pandemia hasta las formas del contagio. Y la incertidumbre es no saber cómo ni cuándo nos puede tocar.
La incertidumbre y desinformación también reinan en las comunidades y poblaciones aledañas a las operaciones mineras. De allí que las empresas mineras tienen hoy una oportunidad para darle confianza a estas poblaciones de las áreas de influencia directa e indirecta diseñando e implementando estrategias comunicacionales que reduzca y desmonten los bulos, desarticular las malas prácticas informativas y deconstruir los mitos que se han desarrollado y se desarrollarán en las poblaciones temerosas de que la enfermedad del Covid-19 se desate.
Por ejemplo, en algunas de las comunidades y poblaciones se empiezan a rechazar el reinicio completo de las actividades mineras porque se piensa que entre los trabajadores y colaboradores, tanto de la mina como de la contratista llegue la pandemia. En ese sentido, una estrategia de comunicación deberá abordar y explicar los protocolos estrictos que se implementan en las empresas mineras para evitar la propagación del virus. Además, se deberán tocar las acciones preventivas y de contingencias en caso de que algún trabajador presente síntomas de la enfermedad. Otro ejemplo, es explicar bien que el Covid-19 no es un espíritu que se queda en un lugar y que si es detectado no hace falta cerrar el lugar sino aislar al posible enfermo.
En los principios básicos de la comunicación estratégica se suele decir que un espacio que no es llenado por información certera y a tiempo, se llena con desinformación (fake news en el caso de redes sociales).
Muchas interesados que hoy se oponen a la minería moderna por cuestiones ideológicas o por puro interés empezarán también a aprovecharse de la circunstancias para desarrollar su propios bulos- invención de declaraciones, tergiversar noticias- contra la minería moderna.
Ya sea para evitar los bulos sobre la enfermedad o para darle tranquilidad a la población llena de incertidumbre o desinformación es necesaria una estrategia de comunicación proactiva, dinámica y apoyada sobre todo en la ciencia y los diversos equipos y áreas de la empresas mineras (el equipo de Relaciones Comunitarias juega un papel importante)