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LIMA PUEDE CONVERTIRSE EN OTRO LORETO POR EL COMPORTAMIENTO RELAJADO DE LA POBLACIÓN EN LOS MERCADOS

RCR, 15 de mayo de 2020.– El médico epidemiólogo Manuel Montoya, presidente de la Federación Médica del Cusco, advirtió que Lima podría entrar a un estado de catástrofe sanitaria como pasa en Loreto si es que no se toman pruebas a todos los trabajadores de los mercados y se aíslan a los portadores asintomáticos porque son causantes de los contagios masivos. Subrayó que el Gobierno no debería anunciar prematuramente que se ha llegado al tope de contagios, porque se podrían relajar peligrosamente las medidas de aislamiento, distanciamiento social y protección personal.

“Hay que hacer las pruebas a todos los trabajadores de los mercados, comenzar a detectar a los portadores que son los más peligrosos y aislarlos porque son causa de contagio. Lo otro es descongestionar los mercados. Hay que considerar que en Lima el virus se está paseando por todos lados. Hay que sacar los puestos a áreas más aireadas y abastecer en camionetas. Cuando entremos realmente a la curva de la fase de aplanamiento probablemente se pueden dar cierto tipo de libertades. Como está y cómo vemos que la gente se está comportando en Lima, se puede terminar siendo Iquitos y eso nadie quiere”, dijo el galeno.

El epidemiólogo cusqueño dijo, en declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), que el Gobierno no debería adelantarse a anunciar que ya estamos en una fase de aplanamiento de la curva de contagios. “No es bueno dar esa tranquilidad a la población en estos momentos, porque eso puede relajar las medidas de aislamiento. Tenemos que relacionar número de pruebas por día con número de pacientes detectados ese día. Si nosotros subimos o bajamos  las pruebas lo otro también va a variar”, subrayó.

“En el Perú estamos haciendo un aproximado de 15 mil y 20 mil pruebas diarias y el momento en que se incrementan las pruebas se incrementan los casos. En los últimos días teníamos un promedio de entre 2,500 y 3,500 pacientes. Si se mantendría entre 3,000 y 2,500 diarios entonces estaríamos avizorando que se está entrando en una situación de estabilidad de la transmisión. Pero si nos dicen que estamos por encima de los 4 mil de un día a otro, no podemos decir eso. Habría que esperar unos tres o cuatro días para ver si esa curva está comenzando a estabilizarse”, explicó.

Remarcó que las pruebas rápidas son necesarias porque permiten cuantificar diariamente la curva de infectados, mientras que las pruebas moleculares sirven para detectar a los contagiados y a cuantos el paciente ha contagiado. “Las pruebas rápidas nos sirven para saber cuántos pacientes se han infectado y si están apareciendo nuevos infectados. La prueba molecular detecta al virus y a cuantos el paciente está contagiando, pero la prueba rápida detecta a los anticuerpos. Las dos pruebas son necesarias, pero para hacer las cuantificaciones diarias masivas se usan las pruebas rápidas”, recalcó.

Se deben emplear estrategias diferenciadas

El presidente de la Federación Médica del Cusco señaló que el Gobierno debe realizar estadísticas diferenciadas por regiones y no a nivel de todo el Perú. “Cuando vemos que la zona norte, Loreto y Ucayali entran a un colapso del sistema se tiene que usar otra estrategia. Los hospitales están colapsados, el problema de UCI, los médicos contagiados y muertos, esto es una situación crítica y es como si hubiera ocurrido un terremoto. Eso significa el aislamiento total, fortalecer el tratamiento, compartir los niveles de atención”, dijo.

En ese sentido, destacó la importancia de racionalizar los recursos “para no sufrir las catástrofes que estamos viendo en otros departamentos”. “No se hace por falta de decisión política. El Ejecutivo debe evaluar realmente zona por zona, cuando se trata de encubrir cifras tenemos subregistros y pedidos. Acá en el Cusco se está declarando alarma general y han radicalizado las medidas de cuarentena, pero no hay pacientes graves y los hospitales están vacíos. Acá hay recursos que se guardan para esperar la pandemia, pero la pandemia ya nos ha pasado”, indicó.

“En el Cusco ahora tenemos una avalancha de infectados. Por ejemplo, en el Hospital del Cusco de 1000 trabajadores tenemos aproximadamente 200 infectados pero ninguno ha hecho un cuadro clínico. Entonces eso nos da un reflejo de la región, tenemos gran cantidad de infectados y muy pocas pruebas, pero pacientes no tenemos. El comportamiento de la enfermedad es diferente en la altura que a nivel del mar. Esta capacidad se puede ir prestando a las zonas más críticas”, anotó.