Especialista en temas de minería y desarrollo, Mario Cedrón, advirtió que se está sacrificando el futuro minero del Perú, actividad productiva que proporciona recursos suficientes para la reducción de la pobreza en el país.

RCR, 20 de agosto 2019.- El establecimiento en el país de una real confianza en el desarrollo de las inversiones, en general, y de las mineras, en particular, pasa obligatoriamente por aplicar una política de “marketing social”, y de relacionamiento directo con las poblaciones directamente relacionadas con estos emprendimientos, por encima de los “gurús” o dirigentes radicales anti mineros, que generalmente los controlan, reveló el especialista en temas de minería y desarrollo, Mario Cedrón.

“Lo que hay que hacer es dejar a estos anti mineros como curas sin feligreses. El tema no va por    un diálogo de sordos con los ´curas´ que manipulan a toda esta gente… Con quien hay que dialogar es con los fieles, no con sus gurús. Y la estrategia para ello tiene que cambiar. Lo que se tiene que aplicar acá, cuando uno quiere hacer que las masas cambien de actitud, es lo que se llama el ´marketing social´, dialogando (directamente) con las personas. Pero de eso, ni el sector minero ni el Estado, lo han entendido. Y siguen insistiendo en lo mismo, lo cual no conduce a nada”, subrayó.  

Estamos perdiendo la batalla para ganar confianza de población por las inversiones   

En ese contexto, insistió en que “estamos perdiendo la batalla” para ganar la confianza y la credibilidad de la población y la opinión pública en las inversiones mineras.

“Entonces, por más que salgan técnicos y líderes de opinión, etc., a rebatir los argumentos de los anti mineros, (eso) no cala en la población. Entonces, lo que creo es que el mensaje tiene cambiar totalmente. Lo que hay que buscar es que la gente aprenda a querer a la minería como quiere al  pisco sour”, apuntó.

Agregó que eso implica desarrollar un discurso totalmente diferente, al indicar que no se puede seguir respondiendo argumentos emocionales con argumentos racionales, pues “tiene que haber una dosis de emoción, también”.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), Cedrón advirtió también que se está sacrificando el futuro minero del Perú, pese a que –anotó- es la única actividad productiva que proporciona los recursos suficientes para que se pueda seguir reduciendo la pobreza en el país.  

“Estamos en una crisis que es muy difícil predecir cuál será el desenlace. Pero, aparentemente, no va ser algo bueno para el Perú. Creo que estamos en un proceso de retroceso de todo lo que se ha avanzado. Las variables económicas son muy malas. Estamos en camino a una recesión. Además, en un contexto internacional en el que la guerra comercial entre Estados Unidos y China, se tira abajo los precios de los minerales, que son nuestro principal producto”, especificó.

El experto proyectó entonces un freno en la producción minera del Perú que no va a seguir creciendo como quisiéramos todos, al detallar que cada US$ 4 000 000 000 (cuatro mil millones de dólares) de inversión minera significa un punto en el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), y que se dispone de una cartera global de inversión de US$ 60 000 000 000 (sesenta mil millones de dólares).          

“Tal vez aquellos proyectos mineros que están en marcha van a seguir, en la medida de lo posible. Por ejemplo, el proyecto Quellaveco (Moquegua). Pero aquellos proyectos aun no iniciados que  están en cartera, yo veo muy difícil, bajo las condiciones actuales, que vayan a seguir adelante”, aseveró.     

Presidente Vizcarra se alía a izquierda radical anti minera para cubrir su soledad política 

El docente de la Pontificia Universidad Católica de Lima señaló también que el gobierno y el presidente, Martín Vizcarra, han encontrado en la izquierda radical anti minera, el aliado ideal que sea su soporte para su futuro político inmediato que lo ayude a superar la gran soledad institucional y partidaria que le está tocando vivir.

“Yo creo que no le interesa el tema de la minería. Lo que le interesa es su futuro político inmediato, y lo que pueda tener posteriormente. Y eso va en perjuicio, evidentemente, del bien común de todos los peruanos”, anotó.

Multiplicación de protestas se da también por falta de aplicación de principio de autoridad

En opinión de Cedrón, otro factor que ha contribuido a la multiplicación de las protestas contra la minería en el país, especialmente en el corredor minero del sur, ha sido la falta de aplicación del principio de autoridad.

“Que es lo que permite que un pequeño grupo de agitadores con ambiciones políticas movilicen, bajo amedrentamiento, a gente para hacer estas protestas violentas, con el solo objetivo político de debilitar aún más al gobierno, debilitar el sistema, conducirnos a las elecciones adelantadas, en donde pueden tratar de modificar la Constitución”, remarcó.     

No a una nueva Ley General de Minería 

Cedrón rechazó igualmente la posibilidad de discutir una nueva Ley General de Minería, sino “reordenar” la norma actualmente en vigencia, y complementarla con dispositivos que permitan actualizar temas, como los sociales, ambientales, entre otros.

“Hay tremendos errores como pretender una nueva Ley General de Minería. Evidentemente, a ante esa perspectiva: qué inversionista minero va a arriesgar ahora si no sabe cuáles van a ser las reglas de juego”, sostuvo.

En cuanto a la predictibilidad para el desarrollo de la inversión minera, refirió que solamente lo somos desde el punto de vista geológico, por la inmensa riqueza y potencial que tenemos, pero no en cuanto a competitividad del país para atraer dichas inversiones.    

En otro momento, Cedrón recordó que para que el proyecto Tía María se cancele, el gobierno  tendría que retirar el permiso de concesión, como hizo en el caso de la mina Santana, de Bear Creek Mining Company, que la ha costado al Estado peruano US$ 30 000 000 (treinta millones de dólares) en indemnización que ha tenido que pagar por mandato de tribunales internacionales.      

“Esa indemnización justa, creo que yo, que pretendería empresa minera, en el caso de Tía María, la vamos a tener que pagar todos los peruanos. No la van a pagar los agricultores de Cocachacra (Arequipa) o los anti mineros”, concluyó.

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