Últimamente se ha criticado duramente, a dirigentes de gremios empresariales por haberse reunido con el Presidente de la República y algunos de sus ministros, como si ello fuese ilegal, ilícito y también inmoral.
Pues no señor, hubiese sido inmoral y también delictuoso que por informar sobre intereses gremiales, se hubiese retribuido con algún estipendio, compensación económica o beneficio, lo cual sin duda alguna es corrupción. La expresión o gestión de intereses, es legal además de legítima, pues está regulada por la Ley 28024 y su Reglamento.
Al igual que los trabajadores tienen sus entidades gremiales que los representan y que incluso ejercen el derecho de petición ante el Estado y empleadores, también los empresarios, emprendedores y empleadores tienen sus gremios que los representan grupalmente, pues hay intereses de carácter colectivo, intereses similares y problemática idéntica o parecida.
Generalmente el sector empresarial, más ampliamente el sector empleador, se reúne en asociaciones que ven sus intereses colectivos como recíprocos y los defienden, pero no solo eso, pueden reclamar grupalmente ante los excesos del Estado o ante su actuar arbitrario, pero también pueden advertir sobre deficientes o adversas decisiones que la autoridad estatal pudiese tomar, como igualmente promover disposiciones que ayuden a la generación de empleo, desarrollo de sus actividades, todo lo cual beneficia al país que tendrá mayor ingreso tributario para cumplir con sus obligaciones.
La similitud de actividades es lo que define la creación de organizaciones asociativas, así las Cámaras de Comercio, Perú Cámaras y la CONACO, asocian a los que actúan en el comercio, es decir en la transferencia de bienes o de servicios. La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, agrupa a las empresas mineras, a las de hidrocarburos, así como a las eléctricas, que tienen intereses comunes. Los industriales están agrupados en la Sociedad Nacional de Industrias (SIN), y así podríamos seguir con muchas actividades económicas e incluso, referirnos al gremio de gremios que es la CONFIEP.
Se señala con altos decibeles, lo deleznable ante la sociedad que los empresarios se reúnan con las autoridades. La verdad que ello nada tiene de criticable, por supuesto, mientras para ello no se corrompa a la autoridad y simplemente se le expongan situaciones, expectativas y correctivos, de ser el caso.
No es menos cierto, que también se generen espacios de comunicación y de reflexión entre empresarios y autoridades, como son los aniversarios institucionales, la colocación de primeras piedras para nuevos emprendimientos, la inauguración de nuevos establecimientos de actividades económicas-laborales, como también convenciones como es CADE, en que IPAE hace la convocatoria y en un clima sin crispación, más llevadero y sin tanto formalismo, tanto las autoridades como los empresarios puedan fijar sus puntos de vista y, si fuese posible, también los concilian para bien del Perú y su desarrollo, lo que se traduce en mayor empleo y más recaudación tributaria.
No veamos fantasmas donde no los hay, las reuniones francas, sinceras a la luz del día o de los reflectores, no tienen porque causar suspicacias, como repito mientras no exista cohecho.
