Si bien es cierto que debido a la inmediatez de las comunicaciones modernas, nos enteramos simultáneamente y en tiempo real de todo lo que sucede en el mundo, no deja de llamar la atención que en el mismo tiempo, pero en diferentes lugares de nuestro planeta Tierra, existan tantos desastres naturales y de grueso calibre.
Es tan inusitada la concurrencia de tantas calamidades en simultáneo, que ellas no pasan desapercibidas y que la prensa mundial une las noticias para darlas a conocer en los cinco continentes, a lo que se adiciona los comentarios y videos que se transmiten en redes sociales.
Vemos por ejemplo que hay lugares en que la temperatura ambiental ha llegado hasta los cincuenta grados centígrados, causando graves afectaciones a la vida humana, así como a la animal y vegetal, tornando lugares que antes fueron amigables para la vida, en absolutamente adversos a ella. Como consecuencia de ello, las muertes por calor se han incrementado enormemente.
En ciertos lugares, nos hemos enterado que por efecto del calor, se han derretido los cobertores de los cables de electricidad, deteriorando a los conductores del fluido eléctrico, con el resultado de peligrosos apagones. En las playas y por los mismos efectos, quedan calcinados crustáceos y otros animales que son usados en la alimentación humana.
Los incendios, especialmente los forestales, se han tornado más frecuentes, creciendo no solo en número, sino también en intensidad y fuerza devastadora, la que incluso llega a las poblaciones vecinas y, por más experiencia de los bomberos, se ven impotentes ante las fuerzas tan destructivas y violentas.
Mientras en determinadas latitudes se producen intensas sequías, cada vez con más duración, en otras latitudes las lluvias, huracanes, tornados, inundaciones y diversas otras inclemencias, causan muertes de seres vivos y destrucción de obra pública y privada, que para su reparación o sustitución requerirá ingentes recursos económicos y bastante tiempo por supuesto.
Como si lo expresado no fuese poco, en algunos sitios se soportan sismos, como terremotos y temblores, que también significan como corolario, muerte y destrucción.
Lo señalado parecería película de terror, pero no lo es, ello es la narración resumida de lo que acontece en el mundo y que los científicos insisten en digitar como culpable al calentamiento global que a su vez se origina por efecto de los gases y emanaciones de efecto invernadero que están dañando nuestra atmósfera.
El tema es tan sensible y grave que los organismos del multilateralismo como las Naciones Unidas, convocan a conferencias para tomar acuerdos que eviten que se siga deteriorando el planeta y que se agraven los efectos anteriormente mencionados, para lo cual hay compromisos de mitigación y de modificaciones del comportamiento humano, que lamentablemente no se cumplen como lo debería ser.  Es por ello que los acuerdos a los que se ha arribado como a los que se lleguen en el futuro, deberían tener penalidades, puesto que es inadmisible que por la dejadez e incumplimiento de algunas naciones se dañe a todas.  Ya es tiempo de actuar responsablemente. El planeta protesta y ruge.