RCR , 12 de Marzo 2021 .- María del Pilar Sáenz, comunicadora social y directora de proyectos de la Fundación Friedrich Ebert, anunció que diversas organizaciones sindicales y de cooperación internacional vienen impulsando la ratificación en el Congreso de la República del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra la violencia y el acoso laboral en el Perú, incluida la violencia contra las mujeres.
“Son varias organizaciones tanto sindicales, pero también organizaciones de cooperación aliadas en Bélgica, España y Alemania, que estamos impulsando de manera conjunta la ratificación del Convenio 190 contra la violencia y acoso laboral en el Perú. Hemos hecho un proceso bastante cercano para que pudiera salir del Ministerio de Relaciones Exteriores y luego pase al Congreso de la República, donde se encuentra en la Comisión de Relaciones Exteriores”, indicó.
Señaló, en declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), que hay una buena disposición de la mesa directiva de la Comisión de Relaciones Exteriores. “Sé que hay un consenso para romper los actos de violencia contra los ciudadanos. Se ha pedido que se ponga en agenda y esperamos que pueda haber un dictamen favorable. Incluso desde la PCM y de la Defensoría del Pueblo hay una opinión favorable, ratificando que va a ser importante para el ordenamiento normativo nacional”, destacó.
Informó que el convenio se aprobó en la Conferencia Internacional del Trabajo del 2019. “Ese año manifestaron su voluntad de ratificar esos convenios los países europeos que suelen hacerlos. España, Alemania y Bélgica manifestaron su opinión de ratificarlos y es cierto que estos países tienen normativas laborales de avanzada. Los países que han ratificado el 2020 ha sido Uruguay, que es un país de avanzada en materia de derecho. Luego, Fiyi, un país de Oceanía. Luego, empezaron a desarrollar su proceso de ratificación en Argentina, Chile y Colombia. Ecuador ya lo ratificó”, afirmó.
“Este convenio busca que empecemos a hablar de la forma sistemática en que se ha vuelto el espacio laboral en entornos de violencia en los que se ha normalizado el maltrato y donde hemos asimilado que es normal que se susciten actos de violencia hacia nosotras y también contra los compañeros varones que trabajan violentados de manera sistemática. El convenio busca poner en discusión estos temas”, dijo.
Manifestó que las últimas cifras de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) en materia de denuncias en febrero han reportado 1,000 casos de violencia y gran parte de ellas son de carácter sexual. “Casi el 97% de estas denuncias a nivel nacional son hechas por mujeres y casi el 100% de agresores fueron hombres”, observó.
“Además de la violencia sexual, se han querido silenciar otras formas. Por ejemplo, la violencia psicológica. Hay muchas veces puestos de trabajo donde se trabaja con mucha presión. Mucha gente vive con esa tensión y se crean círculos de violencia y se empieza a generar un entorno de violencia en el puesto de trabajo. Lo que decimos a los empleadores es que un entorno así es poco productivo. Nadie produce efectivamente cuando hay un sistema de violencia y hostigamiento en un puesto de trabajo”, apuntó.
Destacó además que el convenio incluye a los practicantes y a los pasantes. “El caso Telmo es un caso emblemático, pero es muy recurrente, los practicantes estaban sometidos siempre a esta idea de pagar derecho de piso para mantenerse en el puesto. El convenio nos dice que esto no está bien”, remarcó.
“Otro caso es de las personas que buscan empleo y que a veces son sometidas a ciertos grados de acoso y presión, para saber si pueden trabajar bajo presión. Este término de trabajar bajo presión siempre sorprende. También protege a los propios empleadores y empleadoras, a la violencia entre pares. El caso muy significativo fue el de Eyvi Ágreda, fue un ejemplo de como es que un acto de violencia suscitado en un puesto de trabajo no controlado puede llegar a un resultado tan funesto como la muerte que sufrió ella”, enfatizó.
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