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PRINCIPIO DE AUTORIDAD DEBE IMPONERSE A POBLACIONES ASENTADAS EN ZONAS DE DESASTRE

Jefe del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reeducación del Riesgo de Desastres (CENEPRED), Juvenal Medina Rengifo, demandó también a las autoridades locales y regionales “un compromiso serio” para trabajar conjuntamente “en la gran tarea de crear condiciones de seguridad para las poblaciones y para toda la infraestructura de desarrollo”, que permitan mejorar las condiciones de vida del país en su conjunto.  

RCR, 27 de febrero de 2020.- Las autoridades locales y regionales están en la obligación de imponer el principio de autoridad a las poblaciones que se resistan a abandonar las zonas naturales consideradas como de riesgo de desastre, exigió el jefe del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reeducación del Riesgo de Desastres (CENEPRED), Juvenal Medina Rengifo.

“Efectivamente, Y es un problema de fondo que es necesario abordar. Y allí estamos trabajando con la Contraloría, con la Defensoría del Pueblo y también con el Ministerio Público para que podamos cumplir lo que Ley del Sistema Nacional de Riesgos de Desastres establece”, subrayó.

En ese sentido, indicó que las autoridades locales, desde el momento en que son elegidos como tal, tienen la responsabilidad de liderar las acciones de gestión de riesgos de desastres, en sus respectivos ámbitos y competencias, “de la mano con las autoridades inmediatamente superiores,  hasta la instancia nacional”.

“En esa tarea estamos, desde el CENEPRED. Por un lado, de brindarles la asistencia técnica y la capacitación. Pero también tenemos el compromiso de supervisar y monitorear, de la mano con la Defensoría del Pueblo, las acciones de prevención y reducción de riesgos que deben implementar  las autoridades locales. Esta labor no es negociable”, puntualizó.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), Medina demandó también a las autoridades locales y regionales “un compromiso serio” para trabajar conjuntamente “en la gran tarea de crear condiciones de seguridad para las poblaciones y para toda la infraestructura de desarrollo”, que permitan mejorar las condiciones de vida del país en su conjunto.

“Si no hacemos esto. Si no tomamos en cuenta los riesgos, y si no trabajamos fuertemente en lo que son acciones de prevención y reducción de riesgos de desastres, las próximas lluvias nos van a encontrar en malas condiciones. Y eso no es deseable. No queremos volver a vivir situaciones de desastre”, enfatizó.

Tras indicar que “ya había sido advertida” la situación de desastre que afronta gran parte del territorio nacional, asociado a la dinámica del clima, señaló que “falta trabajar más, con mayor incidencia” en la prevención y gestión de riesgo de desastres.

“Estamos trabajando, desde el CENEPRED, en acompañar a las autoridades regionales y locales, en lo que es el conocimiento de su territorio, en cuanto a riesgo de desastres. Pero también buscando fortalecer las capacidades para que ellos, como integrantes del Sistema Nacional de Riesgos de Desastres puedan desarrollar una labor orientada a crear seguridad en sus ámbitos y sus competencias. Y que puedan ser gestores de una labor más orientadora a la población”, remarcó.

En ese contexto, el titular de CENEPRED aseguró además que el país cuenta, en el tema de la reducción de riesgos de desastres, con tecnología adecuada “para desarrollar las acciones correctivas frente a cada tipo de peligro”.

“La ingeniería tiene las propuestas. En el país tenemos la experiencia de haber implementado medidas correctivas. Lo que nos falta es poderlas es ponerlas en práctica en aquellos lugares en donde ya tenemos identificados los riesgos de desastres, las zonas críticas, los puntos vulnerables que requieren acciones concretas e inmediatas”, apuntó.

Situaciones en Tacna y Santa Teresa

En relación al huaico ocurrido en la ciudad de Tacna, adelantó que el CENEPRED trabaja en el diseño de un estudio técnico “que permita determinar la medida correctiva para que se evitar que los flujos de lodo y huaicos puedan llegar hasta la ciudad”.

“Entonces, estamos cambiando la propuesta, y estamos planteando la propuesta de hacer una derivación, de esa quebrada pequeña a una zona donde no haya una población, y que no tenga el efecto como se ha visto en la ciudad de Tacna”, detalló.

Dijo que la ciudad de Tacna está en la cabecera de un gran desierto de Sudamérica, el de Atacama. “Sin embargo, debido a la variabilidad climática y a la humedad que viene de Bolivia, se han  presentado lluvias que superaron las precipitaciones normales que ocurren en esta parte del territorio, activando las quebradas secas, porque hay quebradas que tienen material suelto que luego es arrastrado, y se convierte luego en un flujo de lodo grande. Este flujo de lodo, llamados huaicos, son que los que han creado el problema”, especificó.

En cuanto a la situación del distrito de Santa Teresa, de la provincia de La Convención (Cusco), refirió que el origen del problema fue el desprendimiento de una masa de glaciar del Salcantay que cayó sobre una laguna, rebalsando un dique natural, para aumentar considerablemente el volumen del rio Salcantay, desbordando su cauce y, consiguientemente, afectando a las poblaciones aledañas.

“Este fenómeno, llamado alud-aluvión, es que ha logrado rebasar el cauce de la quebrada, afectando la parte habitada de la población que ha sido seriamente golpeada. Es un fenómeno recurrente que hay tomar muy en cuenta. Y aquí nuestra recomendación para que se hagan los estudios específicos para reconstruir la infraestructura afectada. Y orientar a las poblaciones que están asentadas a lo largo del río Salcantay, para tener una cuota mínima sobre la cual ellos deben actuar. Y no acercarse mucho al cauce, porque esto puede volver a ocurrir”, concluyó.

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