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LA SOMBRA DE EVO SE CIERNE SOBRE EL SUR DEL PERÚ

Iván   Arenas,  analista  político, sostiene que principales gobernadores regionales y alcaldes se encuentran influidos por la prédica social, política e ideológica de Evo Morales, que se apoya en nacionalización de recursos energéticos.

La sombra del presidente boliviano Evo Morales se proyecta en el sur del Perú al ser un modelo político para los líderes regionales y locales que se oponen a las inversiones mineras en Apurímac, Cusco, Moquegua y Arequipa, sostuvo Iván   Arenas,   analista   político y columnista en el portal de opinión “El Montonero”.

“Los principales gobernadores regionales y alcaldes se encuentran muy influidos por la prédica social, política e ideológica de Evo Morales. El modelo del mandatario boliviano es la nacionalización de los recursos energéticos. Ese modelo se ha impregnado dentro de la percepción de las regiones del sur”, indicó Arenas en declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR).

El analista recalcó que el modelo boliviano influye mucho en los políticos y organizaciones políticas izquierdistas del sur, pero aclaró que estos dirigentes en realidad no se oponen a la minería sino a su gestión por capitales privados. “Cuando lo dirigentes antimineros dicen que no son antimineros tienen algo de razón,  porque ellos creen en una minería nacionalizada, que es el modelo que Evo Morales ha impuesto en Bolivia”, dijo.

“La Izquierda no es antiminera, sino que se opone a que los recursos sean administrados por empresas privada y no por empresas públicas. La Izquierda quiere una empresa nacional del cobre o una especie de Centromin de la época velasquista. Quieren intervención estatal en la minería, quieren la nacionalización de las empresas y que el Estado asuma la gestión de estas empresas”, remarcó.

Convulsión social

Arenas advirtió que en el sur del Perú se gesta una gran convulsión social que no ha reventado, porque no ha llegado a su punto máximo ni a su punto definitivo. “Las organizaciones todavía están maquinando y organizándose para realizar un gran paro en Apurímac, Cusco, Moquegua y Arequipa, que son las cuatro grandes regiones mineras del cobre en el sur del Perú, es el cinturón del cobre en el sur del Perú”, anotó.

En ese sentido, llamó la atención de que La falta de autoridad del Estado y la imagen de debilidad que proyecta el presidente Martín Vizcarra permiten que campee el desorden y el caos en el corredor minero del sur. “El presidente ha tenido ex abruptos, no ha sabido medir las consecuencias de sus actos y es un mandatario que definitivamente se ha aliado con un sector minoritario pero muy movilizado que se opone a la inversión minera”, dijo.

Remarcó que en estas circunstancias los conflictos escalan más rápido, se agravan y paralizan proyectos importantes. Insistió en que “el Estado está ausente, no hay ley ni orden, y son los dirigentes y las organizaciones políticas los que imponen sus leyes. En una situación como esta, los brokers políticos solo quieren sacar agua para su molino y se convierten en asesores para transar con las empresas mineras y chantajearlas. También están las ONGs que viven de estas protestas”, explicó.

Caída de inversiones

Arenas enfatizó que las empresas mineras están viendo esos riesgos político-sociales y es por ello que este año la inversión en exploración vaya a caer. “Por el momento, vemos que Tía María está prácticamente paralizada, Quellaveco está luchando para seguir adelante, mientras que en Las Bambas, Chumbivilcas y Espinar también tienen problemas latentes”, dijo.

Consideró que es imprescindible una discusión sobre el papel de la minería en el Perú, porque produce el 16% del PBI anual del país y constituye el 60% de las exportaciones. Anotó que “la minería es muy importante para este país, porque sin minería este país no podría sobrevivir”.

“Ha llegado el momento de discutir si cerramos las minas y renunciamos a la renta natural para que otros países como Chile y Argentina aprovechen sus recursos mineros como palanca de su desarrollo. Tenemos que decidir si cerramos las minas, para dedicarnos a la agricultura que no es competitiva ni productiva, o si apostamos por la minería que es una palanca de desarrollo”, remarcó.

Sostuvo que “hay mucha desinformación y mito sobre la minería”. “La minería actual arrastra los pasivos ambientales dejados por la minería de hace 40 años. La mayoría desconoce que la minería moderna se hace con tecnología de punta y que ahora existe digitalización de la minería que reduce los riesgos de contaminación ambiental” recalcó.

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