RCR, 07 de septiembre 2025.- La ola de violencia en Trujillo ha encendido nuevamente las alarmas sobre el avance del crimen organizado en el Perú. En menos de una semana, se registraron atentados con explosivos en distintos puntos de la ciudad, lo que evidencia un nivel creciente de agresividad en las organizaciones delictivas que buscan expandir su control territorial.
El exdirector general de Inteligencia del Ministerio del Interior, José Luis Gil Becerra, advirtió que estos hechos no son aislados, sino parte de un fenómeno en expansión que involucra disputas entre bandas criminales nacionales y extranjeras. Agregó que el uso de explosivos marca una preocupante evolución en la criminalidad, que ahora opera con métodos más violentos y sofisticados.
“El uso de explosivos demuestra que el nivel de agresividad, el nivel de evolución de esta criminalidad está agudizándose ante la mirada atónita y esfuerzos de la policía. Entonces, no es un caso aislado, ya que se da en diversas partes del Perú, primero con armas y probablemente sea también con explosivos en otros lugares”, dijo en La Semana por RCR.
Precisó que es necesario adoptar medidas extraordinarias que permitan una persecución personalizada de los delincuentes, entre sus propuestas figuran la conformación de equipos de inteligencia integrados por miembros activos y en retiro de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, dedicados exclusivamente a la búsqueda estratégica de cabecillas criminales.
“Necesitamos una persecución casi personalizada del criminal, pero esto no solamente con la policía, sino también convocar y armar un grupo especial con miembros de la inteligencia de todas las Fuerzas Armadas, que tendrán que desplazarse a nivel nacional como grupo de inteligencia solamente de búsqueda, de tal manera que, podremos involucrarnos al fondo del problema con estrategia, orden y liderazgo”, expresó.
Gil cuestionó la efectividad de las medidas actuales, como la declaración de estados de emergencia, y subrayó que lo que falta es una estrategia clara. A su juicio, la clave es reforzar la capacidad operativa de la Policía con más agentes especializados en inteligencia y búsqueda. “Tenemos recursos y voluntad política, pero no existe un golpe de timón en la lucha contra el crimen”, afirmó.
Ante la presencia de la organización ecuatoriana Los Choneros, recientemente catalogada por Estados Unidos como grupo narcoterrorista, sostuvo que no solo se dedican al tráfico de drogas, sino que han incursionado en la minería ilegal, particularmente en zonas de frontera como Condorcanqui y el Alto Cenepa, donde operan de la mano con organizaciones peruanas.
“La expansión de estos grupos en territorios amazónicos vulnerables se ve favorecida por la ausencia del Estado y por la complicidad de autoridades locales, por lo que es urgente un control fronterizo total, con apoyo de las Fuerzas Armadas, así como la construcción de un frente internacional de inteligencia que persiga a los cabecillas sin importar las fronteras”, anotó.
Remarcó sobre los riesgos de cara a las elecciones generales de 2026. Recordó que el crimen organizado ya ha influido en procesos políticos de países vecinos como Ecuador, México y Colombia mediante amenazas y asesinatos de candidatos. En el Perú, señaló, los partidos deben reforzar su seguridad interna y evitar discursos populistas que podrían gatillar respuestas violentas de las mafias.
