RCR, 07 de diciembre 2025.- El ecologista e integrante del Colectivo Moyobamba 500 años, David Landa, señaló que la Amazonía debe entenderse como la infraestructura estratégica más importante del país. Asimismo, recordó que durante décadas el Estado ha visto la selva como un territorio a colonizar o un espacio que solo debe contemplarse, y ello ha terminado generando una intervención caótica y sin planificación.
“La Amazonía actúa como una plataforma natural que sostiene la vida, la economía y la seguridad del Perú, al regular el clima, producir humedad atmosférica y garantizar servicios ambientales clave. El bosque amazónico funciona como una mega estructura viva que modula la temperatura, genera lluvias y produce los llamados ríos voladores, corrientes de vapor de agua cuya influencia llega hasta la costa peruana y contribuye a la estabilidad climática nacional”, dijo en La Semana por RCR.
Sostuvo que el colapso de esta infraestructura natural tendría efectos directos en la disponibilidad hídrica, afectando la formación de glaciares, las escorrentías y los acuíferos que permiten la existencia de grandes proyectos de irrigación en la costa, como Chavimochic u Olmos. “Degradar el bosque amazónico no solo compromete la agroindustria, sino también el consumo humano, la actividad minera y la seguridad energética del país”, afirmó.
Landa enfatizó que es necesario monetizar los servicios ambientales que provee la Amazonía, en especial su capacidad de capturar dióxido de carbono. Recordó que el Perú perdió 10 millones de hectáreas de bosque en las últimas décadas, una superficie equivalente al tamaño de Panamá.
“Esta reserva natural debería incorporarse a las negociaciones internacionales sobre mitigación del cambio climático para obtener recursos de países altamente industrializados. A pesar de que el 70% del territorio peruano corresponde a la Amazonía, el tema no figure en la agenda de los partidos políticos a pocos meses de las elecciones generales”, expresó.
Manifestó que esta ausencia responde a la falta de una doctrina de defensa nacional integral y a una mirada centralista que sigue concentrada en Lima, dejando de lado la necesidad de un control territorial real, la protección de cabeceras de cuenca y la culminación del ordenamiento territorial.
“La Amazonía debe ser asumida como política de Estado, dada su dimensión estratégica y su papel decisivo para el futuro del Perú. Si el territorio colapsa, también colapsará todo en el país, tenemos que comprender que la selva es una infraestructura vital para garantizar la vida, la economía y la seguridad nacional en los próximos años”, subrayó.













