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CORRUPCIÓN Y CRISIS EN ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA AFECTAN DESARROLLO DE LAS INVERSIONES

Presidente de Cámara de Comercio de Celendín (Cajamarca), Javier Pereyra, sostiene que esta situación ahuyenta a grandes inversionistas

RCR, 6 de agosto 2018. – La corrupción y la crisis en la administración de justicia afecta el desarrollo de las inversiones en el país, tanto a nivel macro y micro, afirmó el presidente de la Cámara de Comercio de Celendín (Cajamarca), Javier Pereyra, al indicar que la falta de seguridad económica y jurídica hace que los grandes inversionistas serios y responsables no vengan.

“Entonces, ¿quiénes son los que vienen? Los que están dispuestos a entrar las componendas y a aceptar las condiciones bajo la mesa. Y eso malogra el desarrollo de las cosas”, subrayó

En diálogo con Red de Comunicación Regional (RCR), Pereyra recordó que a consecuencia de ello llegaron al país empresas brasileñas, como Odebrecht, a las que “les importó un rábano” el significado del desarrollo de un país.

“Todo esto es nuestra realidad.  Y como empresarios sabemos a lo que hemos estado expuestos. Cuando entramos a un concurso público nos encontramos con estos parámetros (irregulares)”, apuntó al tiempo de advertir también que “lo que está en juego” es la falta de una priorización de las obras por realizar, una conciencia real de los gastos a ejecutar y la delimitación de los sobrecostos de las mismas.

En ese sentido, exhortó a la ciudadanía tener un gran cuidado al momento de elegir a sus autoridades que el país se merece. “La responsabilidad está en manos de todos los ciudadanos para empezar a cambiar toda esta corrupción que nos viene acechando durante todo este tiempo”, enfatizó.

En otro momento, cuestionó a las autoridades municipales de la ciudad de Celendín por la continuada escasez del servicio de agua potable en dicha localidad. “El gobierno local no ha tenido la capacidad para solventar este problema”, dijo al detallar que mientras la mayoría de los usuarios sólo cuentan entre cuatro y cinco horas, otros ni siquiera llegan dos horas al día.