RCR, 14 de Julio 2025.- El ecologista David Landa, representante del Colectivo Moyobamba 500 Años, analizó cómo el crecimiento de la agroindustria en la costa peruana ha generado un impacto positivo en la Amazonía debido a la reducción de la migración interna hacia zonas de selva contribuyendo a detener el daño al medio ambiente.
Landa explicó cómo las políticas públicas impulsadas por el Estado desde inicios del 2000, como la Ley de Promoción Agraria (Ley 27360) que estipulaba consideraciones de beneficios, exoneraciones tributarias y flexibilidad laboral para promover inversiones fundamentalmente en la costa, así como proyectos de irrigación y entre otros factores, dieron lugar a una estrategia de conservación indirecta causado por el establecimiento de proyectos agroindustriales en la costa.
Dichas medidas causaron que del 14% de la población que habitaba en las zonas de la Amazonía como Madre de Dios en la década de los 80 y 90, se redujera a un 8% a inicios del 2000, llegando a caer a un 4% en 2017.
“Esta estrategia de conservación indirecta ha disminuido los flujos migratorios, inclusive en algunos departamentos se han producido fenómenos de tasa de inmigración negativa, que quiere decir que ya han empezado a salir gente de la Amazonía para dirigirse a la costa donde tenían ingresos asegurados, como es el caso de Ucayali y de Loreto”, dijo para la Red de Comunicación Regional (RCR).
Los beneficios no solo se limitaron a favor de los pobladores de la selva peruana, el ecologista señaló que las políticas en la costa dieron paso a oportunidades laborales que atrajeron a miles de trabajadores y redujo significativamente los índices de pobreza logrando generar alrededor de 800 mil empleos directos y más de un millón en total.
Landa también se refirió a la posibilidad de aplicar políticas similares a las de la costa para impulsar un despegue agroindustrial en la Amazonía por medio de beneficios jurídicos certeros, teniendo en cuenta que en las 2023 dichas políticas de Estado inyectaron 10 mil millones de dólares a la economía peruana.
“Tendríamos que empezar a mirar a la Amazonía de una manera muy especial, planificar de una manera más de certera algunos beneficios jurídicos que podíamos crear para fomentar, digamos, un despegue agroindustrial también en la selva, con productos que tenemos para dinamizar los mercados y dirigirnos a esos más de 200 millones de habitantes que hay en Brasil que pueden estar demandando la mitad de ellos los productos que nosotros tenemos”, indicó.
Por último, destacó que la demanda internacional, especialmente desde Europa, está condicionando parámetros a las producciones agrícolas que se aceptan, pidiendo que se cumpla con la sostenibilidad y el cuidado ambiental.