En Vivo

VICTORIA EN LOS CIELOS

Y se nos fue. Justo al terminar una noche y empezar un nuevo día. De pronto todo fue quietud. Como si el gran maestro de la vida hiciera una pausa para cambiar la partitura de ese concierto con el que, por más de ocho décadas, María Victoria llenó los oídos y corazones de música, de acordes de ánimo y alegría de su audiencia familiar.

Qué duda cabe que la magistral intérprete maternal hizo un alto para cambiar de escenario y prolongarse en la eternidad de la mano del director de la orquesta celestial que todo lo puede. Ahora habrá una incesante correspondencia porque ese manantial de amor y desbordante regocijo seguirá embelesando las mañanas y atardeceres desde las alturas.

Una madre como María Víctoria Cahua, siempre estará aquí, allá, más allá, en todo momento y todo lugar. Y, por supuesto, estará de preferencia ahí, en esos inmensos corazones de Ana María, de Alfredo y de José. Ella es la nueva luz que va y viene porque hoy tenemos ¡Victoria en los cielos!