Candidato al Congreso por Lima, por Fuerza Popular, Carlos Mesía Ramírez, expresó que la ponencia que se expresará próximamente en una sentencia del TC no es más que “un conjunto de palabras y de gimnasia dialéctica”.
RCR, 15 de enero de 2020.- El Tribunal Constitucional (TC) “ha muerto” con su decisión mayoritaria de declarar infundada la demanda de competencia contra la disolución del Parlamento, dispuesta por el presidente, Martín Vizcarra, aseguró el candidato al Congreso por Lima, en el partido Fuerza Popular, Carlos Mesía Ramírez.
“En el siglo XIX, Friedrich Nietzsche, en su gran obra ‘Así habla Zaratustra’, dijo: ‘Dios ha muerto’. En el siglo XX, el gran filósofo francés, Michel Foucault, dijo: ‘el hombre ha muerto’. Ahora, 32 millones de peruanos podemos decir: ‘el Tribunal Constitucional ha muerto’. ¿Por qué? Porque es una institución que nació para defender la Constitución. Y lo que hemos visto ha sido, precisamente, todo lo contrario”, subrayó.
En declaraciones a la secuencia “Voto Informado” de Red de Comunicación Regional (RCR), Mesía expresó también que la ponencia que se expresará próximamente en una sentencia del TC no es más que “un conjunto de palabras y de gimnasia dialéctica, con el único propósito de legitimar el monopolio del poder”, por parte del gobierno y sus aliados.
“Todo eso de la cual es garante el Tribunal Constitucional, lo que hemos visto (con esta decisión del TC) es, simplemente, la muerte total. Y, además, con argumentos nada jurídicos y todos políticos”, puntualizó.
El expresidente del Tribunal Constitucional reconoció igualmente que la decisión de la mayoría de órgano de control de la constitucionalidad es definitiva y un caso cerrado, ya que –anotó– se trata de un conflicto de intereses entre dos poderes del Estado, y no de una persona en concreto.
En todo caso, el constitucionalista advirtió que “a fin de garantizar el equilibrio de poderes”, el próximo Congreso complementario deberá cerrar las inconsistencias y vacíos que deja esta decisión del Tribunal Constitucional, ante “el forado que ha dejado abierto en la línea de flotación de la democracia”.
“Hay que neutralizar, efectivamente, esta posibilidad que ha dejado el Tribunal Constitucional de que el presidente pueda disolver el Congreso, cuando le dé la gana. Eso no puede pasar en ningún sistema constitucional y parlamentario”, enfatizó.
Asimismo, consideró que esta decisión puede permitir al nuevo Parlamento complementario realizar una modificación de su Reglamento –tomando en cuenta las motivaciones del propio Tribunal, y sin traicionar sus sentencia– pueda establecer sus respectivos pesos y contrapesos, en materias de cuestión de confianza, mociones de censura, disoluciones, invitación de ministros, control político, etc.
En otro momento, Mesía sostuvo –a su criterio– que el caso del postulante al Tribunal Constitucional, Gonzalo Ortiz de Zevallos, cuya votación fue impugnada, en el anterior Congreso disuelto, deben ser resueltas las dos nulidades presentadas en su contra, por parte del nuevo Parlamento complementario, “declararlas desestimadas y publicar, en el diario El Peruano, la elección del magistrado”.
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