Analista en temas políticos, Tirso Vargas Vargas, manifestó también que el Estado debe tener mucho cuidado con la aplicación del principio de autoridad, a fin de no confundirlo con el autoritarismo.

RCR, 2 de abril2019 .- El conflicto por la mina Las Bambas se está agravando con el cambio de condiciones, propuesto por la comunidad de Fuerabamba (Apurímac), de rechazar el traslado de mineral por la carretera, aprovechando la debilidad del gobierno, advirtió el analista en temas políticos, Tirso Vargas Vargas.

“Y, ahora, según lo que nosotros estamos percibiendo y sabiendo que el Estado ha sido demasiado flexible en las negociaciones, tenemos un nuevo petitorio de parte de las comunidades, por el que ya no quieren que pase ningún material de la mina por la carretera. Ahora, las condiciones son diferentes y eso significa que el conflicto se está agravando”, subrayó.

Alertó que este cambio y endurecimiento de la comunidad apurimeña se debe a la influencia ejercida por creciente agitación social que se está desarrollando en la macrorregión Sur, específicamente en Puno, Arequipa y Moquegua, a través del reavivamiento de conflictos dormidos.

“Lo que está sucediendo en Las Bambas es un inicio de lo que puede pasar no solo en el lado Sur, sino en otros sectores del país. Por eso, el gobierno, tomando esta experiencia, ya debería trasladar sus equipos de negociadores a las regiones de Puno, Arequipa y Moguequa, donde hay indicios de reavivar algunos reclamos que están pendientes hace un buen tiempo”, apuntó.

Cuestiona enésima reacción tardía del Estado en conflictos sociales

En ese sentido, cuestionó la tardía reacción del Estado que –anotó- “como ya se ha hecho costumbre”, al indicar que “se espera que el conflicto llegue a la ciudad de Lima, a través de los medios de comunicación”, para reaccionar y tratar de resolverlo, como ha ocurrido en otras ocasiones.

“Lamentablemente, el Estado ha tenido conocimiento del caso hace un buen tiempo, pero, sin embargo, se ha desatendido del problema; no se le ha dado la debida importancia y allí están los resultados”, puntualizó.

En diálogo con Red de Comunicación Regional (RCR), Vargas, manifestó también que el Estado debe tener mucho cuidado con la aplicación del principio de autoridad, a fin de no confundirlo con el autoritarismo.

“Cuando decimos principio de autoridad, no necesariamente implica el uso de la fuerza, ni menos la imposición de alguna decisión del Estado. Significa que hay que saber dialogar, pero teniendo en cuenta también que el Estado no puede perjudicarse con algunas acciones de un sector de la población. El principio de autoridad se demuestra en una Mesa de Diálogo, en un acuerdo entre las partes”, enfatizó.

No obstante, refirió que cuando no se consideran las peticiones y se cree que no son trascendentes para el desarrollo del proceso del diálogo, es cuando surgen estos problemas.

Respecto al pedido de la comunidad de Fuerabamba para que se libere a sus asesores legales, los  hermanos Chávez Sotelo, el abogado Vargas señaló que el gobierno no ha explicado a la población, y a las comunidades, que hay decisiones que no corresponden al Poder Ejecutivo, que representa, sino a otras instancias del Estado, como sin el Poder Judicial y el Ministerio Público.

“No se está explicando a los pobladores, y mucho menos a la ciudadanía. Y muchos están desconociendo los términos por los cuáles por están ahora privados de su libertad, los actores legales. Entonces, no se han explicado difundido exactamente si son causales legales que se podrían interpretar como una criminalización de la protesta o hay indicios de la comisión de delitos como la extorsión. Y si eso se explica a la población, esta podría entender”, remarcó.

De otro lado, consideró que el conflicto de Las Bambas “no ha influenciado de manera decisiva” en la caída de 12 puntos porcentuales en la aprobación popular del presidente, Martín Vizcarra, registrada en una reciente encuesta.

“Pero esto ya se venía vislumbrando desde hace un buen tiempo. Incluso, cuando se produjo el cambio del primer ministro, la población ya estaba percibiendo de que algo no estaba bien. Ha habido muchas indecisiones en el gobierno. Si el presidente Vizcarra no considera sólo lo que ocurre en las Bambas, sino en otros conflictos sociales y políticos, vamos a tener un grave problema en la institucionalidad del país”, aseveró.

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