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TAPIA: VERÓNIKA MENDOZA DESPERDICIÓ LA OPORTUNIDAD DE SER LA LIDEREZA DE LA IZQUIERDA

Analista político, Carlos Tapia, calificó entonces como un error de Mendoza el haberse decantado por la opción de los sectores radicales de la izquierda peruana, en lugar de decidirse por el camino con el que presentó en las elecciones generales del 2016, de una coalición más amplia con el conjunto de las fuerzas progresistas del país.

RCR, 25 octubre.  La presidenta de Nuevo Perú, Verónika Mendoza, desperdició la oportunidad de liderar la agenda política y programática de la izquierda peruana que le hubiese convertido en la máxima exponente de esta corriente política y de las fuerzas progresistas del país, afirmó el analista político, Carlos Tapia.

“Creo que Verónika Mendoza desperdició tres años. Desde que ganó las elecciones hasta ahora, ella no ha tenido, ya no solamente como jefa de Nuevo Perú, sino como líder de la izquierda del Perú, una agenda de liderazgo político nacional de la izquierda… Simplemente ha estado ocultada o marchando con su bandera en una pequeña movilización. Pero ése no es el papel de un líder. Ella debería haber sentado las líneas de desarrollo de esa izquierda nueva en todo el país”, subrayó.

En ese sentido, cuestionó la desubicación de Mendoza, y no haberse calificado políticamente para ser presidenta del Perú, a la vez que sí se calificaron –a nivel legislativo- los representantes de Nuevo Perú del disuelto Congreso como Marisa Glave, Indira Huilca, Richard Arce, quienes fueron los que se han apartado de ella. 

“Y por eso es que se está produciendo que (haya) gente más cercana a Verónika (Mendoza) que tiene una mayor cercanía a las posiciones más tradicionales de la izquierda. No tengo nada contra los partidos comunistas, ni soy anticomunista, pero no puedo decir que los partidos comunistas en el Perú son la avanzada renovada de la izquierda”, anotó. 

En ese sentido, manifestó que los que están renunciando a Nuevo Perú son los principales congresistas que dieron que batalla efectiva contra el fujiaprismo o el aprofujimorismo, por lo que -anotó- “no se pude apoyar un acuerdo con Vladimir Cerrón, y dejar que se vayan los mejores cuadros que la izquierda de Nuevo Perú ha obtenido por un excelente trabajo parlamentario”.    “Bueno, todo esto es lo que está de fondo en el acuerdo con Perú Libre y Vladimir Cerrón”, apuntó.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), Tapia calicó entonces como un error de Mendoza el haberse decantado por la opción de los sectores radicales de la izquierda peruana, en lugar de decidirse por el camino con el que presentó en las elecciones generales del 2016, de una coalición más amplia con el conjunto de las fuerzas progresistas del país.

“Entonces, no ha sido correcto, y se ha producido un error y una falta de decisión de la presidenta de Nuevo Perú para tener la audacia de decir: esto va por otro camino. El camino con el que se presentó en las elecciones del año 2016”, puntualizó.

A la izquierda tradicional no le interesa ser gobierno  

Cuestionó que lo único que le interesa a la izquierda tradicional es tener congresistas, en lugar de ser gobierno, en el Perú; y por ello es que es que este sector “le hace asco una alianza con un centro progresista que daría a la nueva izquierda una mayoría social lo suficientemente importante para hacer las transformaciones que la sociedad exige”.   

“Hay muchos elementos que atentaría contra una unidad para el cambio de la izquierda. Para hacer de la izquierda una fuerza de gobierno. Porque se transforma una sociedad en democracia, teniendo el Poder Ejecutivo. Hasta ahora, lo único que quiere la izquierda tradicional es tener congresistas para las elecciones, porque no les interesa ser gobierno”, remarcó.

Unidad tiene que darse sobre la base de una izquierda modernizada 

Tras advertir la existencia de una concepción muy equivocada en las fuerzas de izquierda sobre la importancia de una unidad a cualquier costo, Tapia precisó que dicha unidad tiene que ser construida sobre las bases sólidas y que refleje que la izquierda se moderniza, “que avanza hacia los tiempos presentes y que no se queda en los tiempos pasados”, como la que representa Vladimir Cerrón, un marxista que considera al régimen de Nicolás Maduro, como “una democracia”.

“Ese es el problema…  Un pequeño grupo de izquierda todavía sigue considerando que Maduro (en Venezuela) es una democracia, dejando de lado a una izquierda que quiere avanzar, que se quiere modernizar. La izquierda que está con Maduro no se puede decir que es una izquierda renovada, moderna, que busca los cambios necesarios para construir una democracia moderna de nivel superior”, aseveró.

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