RCR, 10 de marzo de 2023.- Daniela Rodríguez, Acting Mine Manager AA Quellaveco, señaló que ser ingeniera de minas es una experiencia muy interesante, porque le ha permitido desarrollar su liderazgo. Destacó que ha aprendido la importancia de ser humilde, escuchar y adaptarse en las operaciones mineras, en el Jueves Minero “Tres Generaciones de Mujeres Exitosas en Minería”, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
“Es una experiencia muy intensa y muy interesante porque uno entiende que uno se convierte en el líder de un grupo de personas, que sabe mucho más que tú en un montón de aspectos. Ahí fue cuando entendí que uno tiene que ser humilde, uno tiene que entender que los operadores o los viejos como les decimos en Chile los que hacen el trabajo, saben cómo hacerlo y uno tiene que tener esa flexibilidad de aprender de ellos”, dijo.
Señaló que ha ido avanzando en su carrera con ese espíritu de siempre. “Tratar de tomar lo mejor de las personas, escuchar adaptarme, porque eran personas mayores, varios incluso estaban en tiempo de retirarse, pero me dejaron un montón de enseñanzas y fueron bien generosos conmigo. De ahí tuve la oportunidad de pasar a servicio auxiliares y pasé después de eso a perforación y ese me enamoré en realidad de esa área era algo que me gustaba desde la universidad”, indicó.
“A los 17 años, cuando uno entra a la universidad, tenía una idea un poco romántica de la industria y también se sumó el hecho de que en las ingenierías yo percibía que iba a tener mucha vida en oficina. Entonces, decidí buscar una ingeniería que me permitiera estar al aire libre. La verdad es que fue una muy buena decisión y en la universidad me fui dando cuenta que me gustaba más”, expresó.
Recordó que tuvo la oportunidad, apenas terminó la carrera, de ingresar a laborar en mina Escondida de Chile. “Me costó un poquito y me demoré un año en lograr ser jefa de turno. Ahí ingresé con una colega y fuimos las primeras jefas de turno de terreno en Escondida. Me tocó dirigir un grupo de operadores muy mayores, yo con 25 años y el promedio de ellos 55 y toda una vida trabajando en el cerro”, subrayó.
