RCR, 24 de junio 2025.- En el marco del Día del Campesino, el exministro de Agricultura, Juan Manuel Benites, resaltó los logros del sector agrario peruano, señaló que el dinamismo de la agroexportación en el 2023 alcanzó los 12.500 millones de dólares y podría superar los 15.000 millones este año. Sin embargo, advirtió que el cambio climático y la falta de planificación a largo plazo son amenazas para el desarrollo sostenible del agro.
“Tenemos agua en periodos muy cortos del año, y las épocas de sequía han empezado a extenderse, esto nos hace pensar en un planeamiento a largo plazo porque somos un país agrario, y debemos empezar a pensar en el futuro y cómo adaptarnos al cambio climático, eso implica infraestructura, cambios de prácticas, cambios de cultivos, que nos permitan aprovechar el boom exportador”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR)
En ese sentido, hizo un llamado a superar la división entre grandes y pequeños productores, proponiendo una integración en cadenas de valor con asistencia técnica, financiamiento y acceso a mercados. Mencionó que se necesita de un plan agrícola a largo plazo con una fuerte voluntad política, no solo del gobierno actual sino también de quienes aspiran a asumir el poder.
“Aunque iniciativas como el Acuerdo Nacional han sido valiosas, muchas quedaron en el papel. Se hace imperativo establecer acuerdos básicos que reconozcan al Perú como un país agrario, principal generador de divisas tras la minería, y principal fuente de empleo en zonas vulnerables”, expresó.
Precisó que el Perú se encuentra entre los ocho países con mayor disponibilidad de agua dulce, pero la mayor parte de este recurso no está donde más se necesita, por lo tanto, sostuvo que la solución pasa por construir infraestructura hidráulica que conduzca agua a los valles costeros, interandinos y amazónicos, incluso a zonas actualmente deforestadas.
“Necesitamos infraestructura que nos permita conducir agua a las zonas más fértiles, a las zonas donde tenemos valles más extendidos, o incluso en los valles interandinos, donde hay pocas tierras, pero que son altamente productivas, o incluso en la selva, donde también tenemos hoy día áreas que se han deforestado, pero que tienen que ser puestas en valor porque si no habría sido un gran desperdicio estos servicios ecosistémicos”, anotó.
Benites indicó que diversos proyectos, como la presa de Chonta en Cajamarca o el recrecimiento de Poechos en Piura, ilustran el camino hacia una gestión hídrica inteligente. Estas obras permitirán almacenar recursos en épocas de lluvia y mantener provisión durante sequías, sin embargo, se necesita planificación estatal rigurosa, basada en décadas, con visión multisectorial y coordinación entre niveles de gobierno.
“Para que el Perú pueda seguir soñando con ser esa potencia exportadora y de producción agraria también para su propio mercado, se requiere de agua. Sin duda hay que nutrirlo, trabajarlo y mejorarlo, pero recordemos que no será en un corto plazo, sino que se traza una línea de mediano y largo plazo”, manifestó.
Remarcó que la sustentabilidad del agro también depende de derribar la lógica de “grandes” versus “pequeños”, ya que la idea es integrar a las pequeñas unidades a cadenas de valor, mediante asistencia técnica, financiamiento, seguridad jurídica y acceso a mercados. La agricultura regional costera, con alta productividad, puede impulsar a los pequeños productores mediante transferencia de tecnología y mercados compartidos.
