RCR, 16 de junio de 2020.- El jurista y analista político, Fausto Salinas, sostuvo desde el Cusco que estamos ante una competencia entre el Ejecutivo y el Congreso en la implementación de medidas populistas, sin tener en cuenta que pueden destruir la economía nacional, y confianza de los inversionistas y el estado de derecho. “Aquí hay intereses políticos claros, hay una estrategia de acción política definida para minar al empresariado, minar el sistema económico, minar la confianza, y minar los poderes”, dijo.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), el analista indicó que “el problema está en que el presidente Martín Vizcarra elige lo que más le reporta beneficios en las encuestas, él mira el árbol que le da frutos electorales y aplausos en las redes sociales y no mira el bosque de la realidad”. “Así no puede ni siquiera concertar con ministros que van en una y otra dirección”, indicó.

“Existe una arrogancia planificadora del gobierno al creer que el Estado puede manejar todo. Estamos viendo las consecuencias de parar la economía. Acá puede haber una falta de visión política o un interés de agudizar contradicciones y generar un escenario de caos social. Lo cierto es que este escenario era previsible como consecuencia de una cuarentena generalizada inútil en lo sanitario y tremendamente perniciosa en lo económico”, manifestó.

Explicó que “en una democracia, donde funciona el equilibrio de poderes, se hacen los correctivos necesarios”. “Frente a un gobierno errático necesitábamos un Congreso que equilibre y que cambie el timón para que se abran las válvulas de la economía y se atienda la situación de millones de personas sin trabajo que están dispuestos a hacer cualquier cosa para llevarse el pan a su casa”, comentó.

Respecto, al proyecto de ley de condonación de deudas impulsado desde el Congreso, aseguró que el gobierno valida en cierta forma lo que hacen los parlamentarios. “Si realmente quisiera enfrentar esta situación plantearía una observación bien sesuda, veta la ley y actúa”, advirtió.

Desde el Cusco vemos que “el Congreso y el Ejecutivo están compitiendo en un populismo de pésimo nivel, muy perjudicial. Por ejemplo, no se ha verificado cual es el historial crediticio de los miembros de las comisiones que dictaminan los proyectos de ley, si existe un conflicto de intereses o si los prestatarios de los bancos están dándose una ley para no pagarla. “Esto es desvergonzado”, manifestó.

Señaló que “todo este desmadre solo es posible porque el Poder Judicial está paralizado”. “Desde el señor José Lecaros (presidente del Poder Judicial) hasta el último juez están guardados en sus casas por la emergencia sin reactivar ese poder del Estado. Decenas de decretos de urgencia e inconstitucionalidades, no puedan ser recurridas ante jueces”, anotó. “El Tribunal Constitucional es el único que está funcionando, pero allí se llega en última instancia o en acción de inconstitucionalidad que solo puede ser planteada por un congresista o alguien legitimado. El ciudadano de la calle está atado”, subrayó.  

Emergencia en el Cusco

También indicó que en el Cusco la situación sanitaria no tiene niveles de gravedad como en otras regiones. Anotó que “el desempeño del virus en la altura es pobre”. “Hasta hace tres semanas estábamos con un poco más de 300 casos de contagio, pero como ahora los burócratas se han vuelto adictos a la emergencia, le dijeron al alcalde que hay que pasar a la siguiente fase y restringir mercados y buses generando aglomeraciones y ahora tenemos 1,300 contagios. Felizmente la mortalidad es bajísima”, comentó.

“Parte de la población del El Cusco dependía del turismo y un agravamiento de la situación de este sector ha generado un alto grado de desempleo y un quiebre de muchísimas micro, pequeñas y medianas empresas. Lo que se ameritaba en el Cusco era que, por su buen desempeño sanitario, se pudiera hacer un trabajo focalizado e ir avanzando en la reactivación de la economía regional. Sin embargo, las autoridades locales están tomando medidas más radicales que el propio gobierno central. Este problema está afectando la situación en la región”, precisó. 

Expresó que “hay una hipótesis que de confirmarse sería perverso y es que salir del estado de emergencia nos vuelve al marco de las contrataciones regulares y nos saca de la vía rápida de las contrataciones en emergencia”. “Entonces, ahí estaría el interés por una adicción a la emergencia”, resaltó.

“Esta adicción parece que ha aconsejado prolongar la medida y no ver el tratamiento diferenciado que deben tener las zonas de altura para convertirse en los motores que ayuden a jalar la economía del país. El estado de emergencia es pernicioso desde el punto administrativo, económico y sanitario, porque la cura ha resultado peor que la enfermedad”, precisó.

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