SUNAFIL ha modernizado sus procesos con enfoque preventivo y uso de herramientas digitales, pero se sigue focalizando en el mundo formal, descuidando la informalidad.
El 40% de las actas de infracción por inspecciones se atribuye a la obstrucción a la labor de los inspectores.
Lima, 24 de mayo 2025.- El reciente informe “Inspecciones laborales 2025: Situación actual, retos y tendencias”, de la firma Vinatea & Toyama, alerta que la alta rotación de los Superintendentes de la Sunafil así como de los Intendentes regionales a nivel nacional, afecta la capacidad operativa de esta institución y, por tanto, a trabajadores y empleadores por la falta de predictibilidad y uniformidad en los procesos de fiscalización.
El informe revela que durante la gestión del expresidente Pedro Castillo y la actual de Dina Boluarte, la duración promedio de un Superintendente de Sunafil ha sido de sólo 6.2 meses cuando la Ley indica que es designado por 3 años, renovables.
A este problema, se suman dos adicionales: una desigual distribución de inspectores en las intendencias (con predominio de Lima y Callao) y el alto uso de la Contratación Administrativa de Servicios (CAS) para contratar personal administrativo, no inspectivo.
Inspecciones preventivas
Un tema positivo que el informe destaca es que, en los últimos años, en vez de crear procedimientos de investigación largos y extensos, la Sunafil ha modernizado su enfoque, implementado acciones previas y constataciones documentales más ágiles, a través del “Módulo de Gestión de Cumplimiento” (que permite verificar hechos o documentos vía medios digitales) y también mediante las “cartas disuasivas” a las empresas.
“Mediante estas herramientas preventivas se advierte a los empleadores de posibles incumplimientos y se les solicita información previa, reduciendo así la necesidad de abrir procedimientos largos”, puntualiza.
El informe señala, sin embargo, que estos esfuerzos aún merecen estar más enfocados en sectores con alta informalidad, a fin de atacar el principal problema laboral del país.
Puntualiza que actualmente hay una distribución desigual del personal inspectivo con una alta sobrerrepresentación de personal en zonas con menores tasas de informalidad como Lima, descuidando a los trabajadores más vulnerables en regiones con alta informalidad.
“El personal inspectivo en Lima y Callao representa más del 40% a nivel nacional cuando en estas zonas sólo el 25% de trabajadores son informales. En contraste, Huancavelica, Pasco y Madre de Dios superan el 75% de informalidad, pero disponen de una menor proporción de inspectores”, puntualiza.
Los temas más fiscalizados
Las materias más fiscalizadas corresponden a remuneraciones, jornada laboral, seguridad y salud en el trabajo, y verificación de despidos, reflejando las principales preocupaciones de los trabajadores y los puntos críticos de cumplimiento para los empleadores.
En cuanto a resultados, se señala que 1 de cada 3 inspecciones termina en un acta de infracción, siendo la obstrucción a la labor de los inspectores (no entregarles información o impedir su acceso al centro de trabajo) una de las principales imputaciones, con un apreciable 40% de los casos. “Se necesita fortalecer la capacitación de empleadores e inspectores y promover una cultura de cumplimiento y colaboración entre las partes”, recomienda el informe.
Metas 2025
Para este año 2025, la Sunafil ha proyectado incrementar en más de 15 mil las inspecciones laborales, y mantener las acciones previas y virtuales, con un enfoque especial en las MYPES; además, tener una cobertura nacional (hoy principalmente enfocada en Lima y Callao) e ir a sectores de alto riesgo: construcción, minería, industria y comercio.
“Los esfuerzos en estos sectores aún podrían ser mayores, a fin de transformar a la Sunafil en un verdadero aliado estratégico de la formalización laboral y cumplimiento normativo laboral en el Perú”, finaliza el documento.
Fuente: Vinatea & Toyama