RCR, 18 de Noviembre 2020 .- Manuel Bernales Alvarado, politólogo y consultor internacional, sostuvo que el gobierno de Francisco Sagasti tendrá como retos principales impulsar la inversión privada y un acuerdo abierto con los partidos políticos y los movimientos sociales. También señaló que tendrá una agenda complicada, para enfrentar la pandemia del COVID-19, los problemas del sector educación y las brechas sociales.
“Un balance entre las necesidades de la inversión privada que es la que genera producción e impuestos, y con los impuestos el fisco recupera todo lo que ha gastado en todos estos meses. Otro reto es establecer una especie de acuerdo abierto entre los que van a quedar sobrevivientes de los 24 partidos que están ahora y los otros que van a salir surgiendo. El movimiento social y juvenil van a reforzar estos partidos o van a surgir otros”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Indicó que “el otro elemento es la comunicación, es el reino de la opinión”. “Los griegos distinguían entre la episteme que es la ciencia y la doxa que es la opinión. Hay una opinomanía, una opinocracia y una opinopatía. Esas cosas son las que están perturbando el funcionamiento de los procesos más racionales y que ocultan muchas verdades. A veces permiten el surgimiento de algunas verdades, pero ningún país puede gobernarse todo el tiempo con destapes. Eso es un asunto que ocurre en todo el mundo, menos en los países que no tienen Estado de derecho, que tienen una fusión de poder, como China y otros”, precisó.
“El último elemento, que es una especie de síntesis en cuanto a los retos que enfrentamos, es tener bien claro algunas cuestiones. Está en crisis el sistema político, está en crisis el sistema de representatividad, que tiene que ver con los partidos, pero también con la representación ciudadana a través de otras formas que no son los partidos y otras instituciones que no solamente son el Congreso. Hay una crisis de valores y nos encontramos en una circunstancia en la que no hay referentes claros”, manifestó.
Explicó que “estamos en un sistema en que los grupos de interés diversos han sustituido el papel integrador de los partidos”. “Las democracias de la calle, la están aplicando de manera parcial. Hasta qué puntos estos movimientos sociales, hoy predominantemente juveniles, dan paso a otro tipo de poder constituyente, algunos hablan que la nueva Constitución va a resolver todo, eso es una creencia, pero hay que ver en qué medida todo este proceso lleva a un proceso constituyente o no”, detalló.
Señaló que “la ilusión del buen gobierno depende de muchos factores”. “Sagasti el año 1975 escribió un documento para el Sistema Nacional de Planificación. La primera es tener una buena inteligencia técnico económica e inteligencia social e inteligencia política. El presidente tiene que tener un equipo de información, llámale que es el gabinete de crisis que tiene que enfrentar esas cosas, y el gabinete normal para manejar lo corriente”, afirmó.
“Segundo, tener buenos operadores y la clave es la comunicación. La comunicación tiene dos aspectos. Primero, tratar de mantener la iniciativa. Segundo, tener mensajes claros y contundentes acompañados del buen ejemplo, porque nadie cree en una idea, sino en un acto. Si no hay esto, como es posible que la gente no va a seguir criticando. Tercero, tener alianzas fundamentales. Por ejemplo, si sectores vinculados a las iglesias presionan para decisiones imposibles, entonces no están contribuyendo a ese factor fundamental de todo régimen político, que es la efectividad y estabilidad”, aseveró.
Agenda complicada
Bernales destacó que “hay sectores que no quieren una lucha dentro del régimen, la inmensa mayoría de manifestantes no se ha dejado llevar”. “En consecuencia, habría que preguntarse si la presidencia de Francisco Sagasti va a asegurar la continuidad dentro del régimen, porque tiene una agenda muy complicada”, apuntó.
“Segunda cosa, hay que preguntarnos cuan viable sigue siendo este sistema político después de las elecciones, porque evidentemente, aunque todo el mundo reconoce factores externos e internos del deterioro económico en que estamos desde el 2013, la principal causa de estas cosas es la inestabilidad política, que tiene que ver con los líderes, con los partidos, con los grupos de interés y con las deficiencias en el aparato del Estado, que es responsabilidad de las autoridades que salen del sistema político”, dijo.
“En tercer lugar, suponiendo que haya una cierta estabilidad política, eso permitiría encarar, tan acuciante para la gente, como lo ha sido las circunstancias que han despertado el fervor predominantemente juvenil que ha salido a las calles. En consecuencia, hay que ver si en una nueva situación con nuevas autoridades se puede tener una cierta estabilidad política para enfrentar el tema de la pandemia, el tema de la educación de los menores y de su nutrición, y de los servicios públicos fundamentales”, observó.
“Cuarto lugar, esto es un asunto que lo estamos viendo racionalmente, pero los procesos políticos sociales no siempre son racionales, sino que están cargados de tensiones y frustraciones, odios, amores, pareceres y conflictos, y aquí nos encontramos con un reto muy grande. El primer reto: tender un puente, una especie de comunión intergeneracional, y eso podría estar facilitado por personas del talante y del talento como el que tiene Francisco Sagasti y otras más”, agregó.
Comentó que “nosotros somos una antigua generación, que hemos tenido otra educación. Ahora no hay Historia Universal, no hay Historia del Perú, no hay Geografía, Ética, Filosofía, Lógica, nada de eso se enseña, apenas matemáticas y eso lo evidencia las pruebas Pisa en la que andamos por las patas de los caballos”. “Es fundamental los puentes entre generaciones, porque la nueva generación, que es indispensable que tenga mejores cauces políticos, necesita de puentes para una comunión de gentes íntegras”, subrayó.
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