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REQUISITOS BÁSICOS PARA LA CRIANZA DE CODORNICES

RCR, 09 de setiembre 2019.- La crianza de codornices como negocio, requiere condiciones especiales en algunos casos diferentes a las que demandan otras aves como las gallinas, siendo la principal la necesidad de contar con un ambiente tranquilo para la producción de huevos, señaló Manuel Ugarte, gerente de la empresa agropecuaria UGAVAL.

En conversación con el programa Ganadería y Desarrollo al Día, de Red de Comunicación Regional, explicó que las codornices requieren un lugar tranquilo y sin ruidos, ya que es una especie que recién ha comenzado a domesticarse y es susceptible a la bulla que le puede ocasionar estrés.

“Si la codorniz está en ambiente estresado, con demasiados decibeles, inclusive puede suspender la postura de huevos, porque simplemente va a defender su bienestar: Recordemos que el huevo es el envase natural en el que germina una vida, entonces pone huevos como un instinto de reproductivo, pero si el ave se siente en un ambiente hostil, lo deja de hacer para no poner en peligro a las crías. Esa una de las razones por las cuales el ambiente tiene que ser completamente agradable y tranquilo”, explicó.

Anotó que esa es la diferencia principal con las gallinas, que tienen alrededor de 2000 años de domesticación y ya se han acostumbrado a los ruidos que producen los humanos. En cuanto a la alimentación, los parámetros son similares a la crianza de la gallina.

“La codorniz es un ave que exclusivamente consume productos de origen vegetal, en particular granos, por eso su dieta incluye básicamente maíz y harina de alfalfa. También ingiere harina de linaza y el ajonjolí que permite aportar el Omega 3 en el huevo”, señaló.

Manuel Ugarte agregó que la codorniz, desde que empezó su domesticación, ha perdido la habilidad para incubar naturalmente. “Se rehúsa a empollar el tiempo necesario hasta que salgan las crías, como lo hacen las gallinas, por eso apelamos a la tecnología, tenemos incubadoras en las cuales colocamos los huevos con semilla y obtenemos las crías que se llaman cotupollos”, explicó.

A diferencia de la gallina, la codorniz requiere necesariamente un ambiente especial para poner los huevos, un lugar que no maltrate sus patas. En cuanto el número de aves requerido para un emprendimiento, se requieren al menos 10000 animales, porque la crianza demanda una serie de costos imprescindibles y además se tiene que considerar el aspecto sanitario lo que implica contar con un médico veterinario que evalúe periódicamente a las codornices.

DOS DÉCADAS DE PRODUCCIÓN DE HUEVOS DE CODORNIZ

Sobre UGAVAL, Manuel Ugarte indicó que es una empresa familiar que lleva 19 años en la crianza de codornices. Comenzaron con una colonia de 500 aves y promueve sus productos directamente, lo que ha permitido generar mucha confianza en los consumidores que en un 80 por ciento son niños.

Ugarte dijo que el huevo de codorniz es un producto con muchas cualidades y es del agrado de los niños por su sabor y tamaño menor a los huevos de gallina.

Aunque el público cree que la codorniz es oriunda del Perú o de Sudamérica, lo cierto es que -como su nombre científico lo indica (coturnix japonica)- es originaria del norte de Japón y el sur de China. Es un ave asiática introducida en la década de 1980 a Argentina, de donde se importa al Perú a inicios de la década de 1990.

El apogeo de la producción de huevos se registró entre los años 1997 y 1998, gracias al inicio de una cultura de consumo que logró superar la falta de confianza que había antes entre las personas. “El peruano es una persona que consume mucho por costumbres, entonces veía los huevos con un poco de recelo, pero a través de la publicidad la demanda fue creciendo bastante y ahora se consume con mayor frecuencia”, indicó Manuel Ugarte.

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