RCR, 30 de diciembre de 2025.- La analista política, Diana Pasaca Apaza, indicó que según el último informe del Índice de Competitividad Regional (INCORE), la región Puno se ubica en el puesto 23 de 25 regiones, reflejando un escaso avance en aspectos económicos y de infraestructura. Asimismo, sostuvo que el 39.9% de la población vive en situación de pobreza, lo que representa la tercera tasa más alta del país, mientras que el acceso a servicios básicos es crítico, con más del 40% de los habitantes sin agua potable ni saneamiento.

“La región Puno cerró el año 2025 con escasos avances y profundas brechas sociales y económicas, según el más reciente informe del Índice de Competitividad Regional ubica a la región en el puesto 23 de 25 regiones, reflejando un rezago persistente en aspectos clave como economía, servicios básicos, salud, educación e infraestructura”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

Precisó que uno de los indicadores más alarmantes es la pobreza, que alcanza al 39,9 % de la población, la tercera tasa más alta del país. A ello se suma una grave situación de inseguridad ciudadana, ya que el 35 % de los habitantes afirma haber sido víctima de algún delito, la cifra más elevada a nivel nacional, a esto se suma la débil ejecución de obras públicas, como el reciente colapso del techo de un estadio en construcción.

“Más del 40 % de la población puneña no tiene acceso a agua potable ni saneamiento, una situación que limita cualquier posibilidad de desarrollo, en provincias como San Román, donde se ubica Juliaca, más del 70 % de la población carece de estos servicios, mientras proyectos nacionales destinados a cerrar estas brechas permanecen paralizados por problemas en la gestión y el uso del presupuesto”, expresó.

Pasaca sostuvo que la situación social se agrava en el sector salud, donde Puno registra los índices más altos de anemia infantil del país, con una prevalencia superior al 70 % en niños menores de tres años. “A ello se suma la baja cobertura de vacunación, ya que apenas poco más del 50 % de los menores cuenta con su esquema completo. Esto compromete seriamente el futuro de la región”, advirtió.

Respecto a la inseguridad, señaló que Juliaca se ha convertido en una de las ciudades más peligrosas del país debido a su intenso movimiento económico. Aunque el número de homicidios es menor en comparación con otras regiones, los asaltos y delitos son frecuentes, incluso a plena luz del día, lo que ha generado temor y desconfianza en la población, así como intentos de justicia por mano propia.

“Persiste una profunda desconfianza hacia las autoridades y la clase política en general, tanto del anterior gobierno como del actual de transición, y de cara a las elecciones la ciudadanía no percibe candidatos sólidos ni propuestas claras, lo que refuerza el sentimiento de desencanto”, enfatizó.

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