Fuente: Andina
Se estima que más de la mitad de los cables de telefonía en estas marañas aéreas se encuentran en desuso.
Es una imagen común en Lima. Marañas de cables se tienden entre los postes y no solo afectan el ornato de la ciudad; también representan un peligro para los vecinos. Se trata de cables de telefonía y de electricidad, que pueden provocar un cortocircuito o caer en cualquier momento.
Por eso, el congresista Carlos Bruce (Peruanos por el Kambio) presentó el pasado viernes un proyecto de ley que busca promover la eliminación de estas marañas de cables. “El objetivo a la larga es eliminar los cables aéreos, tanto de electricidad como de telefonía, y hacer que todos sean subterráneos”, nos explica el legislador y exministro de Vivienda.
El texto da como plazo dos años –desde su entrada en vigencia– para que las empresas los eliminen. Las que incumplan la norma recibirán una multa de 50 UIT (S/207.500 con el valor actual de la UIT). “Hoy, este tema no está normado. Tampoco existen multas. Con este proyecto, las empresas tienen esos dos años que les damos para adaptar su infraestructura. De lo contrario, la sanción la puede aplicar el Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) o los municipios”, detalla Bruce.
Si bien corresponde a los municipios otorgar los permisos para la instalación del cableado, hoy las empresas de telefonía no tienen que comunicarles cada vez que realizan una instalación.
“Lo más curioso es que más de la mitad de los cables que vemos ya están en desuso, sobre todo los de telefonía. Cuando se da de baja a un teléfono o servicio de Internet, se corta el cable y se deja ahí colgando. La empresa no se preocupa más”, dice Bruce. Tras cumplirse los dos años, los cables aéreos deberían desaparecer. Tal como ocurre en las principales ciudades del mundo, todos deberían ser subterráneos para entonces.
“Claro, puede haber excepciones, como si algún cable pasa por una zona arqueológica. Allí habrá que ver qué se puede hacer de la mano del Ministerio de Cultura”, afirma Bruce.
Este proyecto era uno de los que planeaba implementar durante su gestión como ministro de Vivienda. “Ya es tiempo de que estas empresas concesionarias, que han hecho buenas utilidades, ahora hagan lo mejor para los usuarios”, finaliza Bruce.