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PROYECTO CANTAGALLO ESTÁ PARALIZADO Y FAMILIAS VUELVEN A TERRENO INCENDIADO

Fuente: El Comercio

Familias ocupan otra vez peligrosa zona que se incendió en el 2016, debido a que el proyecto de construcción de complejo habitacional para la comunidad shipibo-konibo está paralizado. 

Un letrero empolvado del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento anuncia desde hace más de medio año la edificación de un complejo habitacional para la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo, en el Rímac. Pero en el lugar no hay un solo albañil ni un ladrillo colocado. Todo lo que se ve es basura (espuma de sillones, plásticos, papeles, restos de alimentos y metales). Algunas mascotas de la zona se cuelan por unas mallas para jugar y olfatear.

“Este proyecto es urgente. Queremos que nos informen cuándo van a comenzar las obras”, declara Ricardo Franco, dirigente de la comunidad. “El Gobierno se comprometió con la población y debe cumplir”, agrega.

Franco cuenta que luego del incendio de noviembre del 2016, que destruyó más de 400 casas, la etnia se dispersó. En setiembre del año pasado 238 familias empezaron a recibir un subsidio mensual de S/500 de la Municipalidad de Lima para arrendar departamentos, mientras se construyera el complejo habitacional prometido. El lugar quedó deshabitado.

Sin embargo, El Comercio comprobó esta semana que muchos de los comuneros han vuelto a ocupar la misma zona que se incendió. Allí han levantado casas con listones de madera. Algunas son de dos pisos y sus dueños utilizan escaleras de mano para acceder a los niveles superiores.

Las calles son una suerte de laberinto. Hay pasadizos angostos y sin salida. Son trampas potenciales en las cuales se extienden cordeles para tender ropa entre cables eléctricos. Se dan allí todas las condiciones necesarias para que ocurra otra catástrofe.

EL PROYECTO
En octubre del año pasado, el Ministerio de Vivienda anunció la construcción de un proyecto habitacional en la zona, con una inversión de más de S/21 millones. La obra incluía la instalación de redes de agua y desagüe, y sistema eléctrico, y la construcción de calles, pasajes, una escuela, un área de esparcimiento con un parque, estacionamientos y un área de tratamiento paisajístico.

Además, se proyectó habilitar un espacio para instalar ferias en las que la comunidad shipibo-konibo pueda ofrecer sus artesanías.
A excepción de que el terreno fue emparejado con maquinaria pesada, nada se ha avanzado. Todavía no se ha elaborado ni la ficha técnica del diseño y ejecución del proyecto. Según Vivienda, los retrasos se deben a que la Municipalidad de Lima no ha establecido correctamente los linderos del terreno.

“Definidos área y linderos, se formulará el programa de inversión que tomará un plazo de dos semanas. Posteriormente, se elaborará el expediente técnico para convocar a la licitación de la obra, procedimiento que abarcará un tiempo aproximado de tres meses”, señala el ministerio en un comunicado.

No obstante, la comuna de Lima asegura que ya ha cumplido con lo que le correspondía en cuanto al saneamiento del proyecto y que todo está en manos de Vivienda. Añadió que está cumpliendo con el pago del subsidio mensual, distribuido por la Fundación Lima. El fondo total de S/2,2 millones alcanzará hasta este año.