Luis Rivera, presidente del Instituto de Ingeniero de Minas del Perú, informó que las arcas del Estado perderían en este año 1,400 millones de dólares en impuestos por la paralización de la producción minera a raíz del estado de emergencia por la pandemia del COVID-19 en todo el país.
“Lo que va a hacer la gran minería después de esta parada va a mejorar la ley del metal para compensar el metal no producido en estos 30 días, pero aun así creemos que a nivel anual el impacto podría ser de un 5%. Parece poco pero son 1,400 millones de dólares menos que ingresarían al Perú y por tanto es un impacto en las arcas nacionales en temas de impuestos”, explicó a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que “la minería está teniendo dos grandes impactos. En primer lugar por el lado de la producción, el año 2019 el Perú exportó 48 mil millones de dólares, de esas divisas que entraron al país 28 mil millones de dólares fueron de la minería”. “Solo por temas de producción, casi el 60% de nuestras exportaciones vienen de la minería formal, eso es vital para nuestra supervivencia”, dijo.
“Por el otro lado, tenemos el flanco de los proyectos. El año pasado el Gobierno anunció que entre el 2019 y el 2020 íbamos a tener 9,700 millones de dólares en inversión. El año pasado ya habíamos invertido 6 mil millones en proyecto, para este año nos quedaban 3 mil millones. Estos miles de dólares en proyectos son otros dólares que también ingresan a la economía nacional y generan un ciclo de movimientos económicos. Por ejemplo, el proyecto Quellaveco que crea una red de proveedores, una red de transportistas, una red de hoteles y restaurantes”, indicó.
Aseveró que “en un proyecto como Quellaveco, de 5 mil millones de dólares, por cada mes que se deja de trabajar el sobrecosto es de 150 millones de dólares”. “A diferencia de las mineras que pueden tener ciclos de recuperación en sus operaciones circulares, los proyectos lineales que tienen cualquier retraso de un mes es un mes perdido y es un impacto directo y no hay nada que hacer”, anotó.
Además, mencionó otro gran impacto en el aspecto laboral. “209 mil trabajadores están directamente ligados a la industria. Estamos hablando de 6 millones de personas beneficiadas directamente por estos empleos. Ese es el tercer flanco, la mano de obra de altísima calidad bien remunerada”, detalló.
“Las mineras pueden proporcionar los mejores lugares para mantener a los trabajadores aislados. Hoy en día las operaciones mineras mantienen estándares de salud altísimos, tienen clínicas, campamentos aislados y la organización para controlar a las personas que suben y bajas a las operaciones. La mayoría de sitios mineros están libres de virus”, indicó.
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