Fuente: Andina
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, negó que haya sofocado las protestas con represión y rechazó sentirse responsable de las muertes en las calles durante los últimos meses, al culpar a Estados Unidos y al narcotráfico de financiar, apoyar y armar a grupos violentos.
En una entrevista con la Agencia Acan-Efe en Managua, el líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y presidente del país calificó de “golpe criminal” las protestas que, en su opinión, forman parte de un plan para sacarle del Gobierno.
De igual forma, sostuvo que sigue siendo marxista, defiende el sandinismo y criticó con dureza a algunos de los que compartieron con él la revolución que terminó con su llegada al poder en Nicaragua en 1979.
En esa lista se incluyen el escritor y premio Cervantes Sergio Ramírez, que llegó a ser su vicepresidente, y su hermano Humberto Ortega, que fue jefe de las Fuerzas Armadas sandinistas.
Ortega calificó de “cuentos” las denuncias de Ramírez y a su hermano Humberto le reprochó que en 1990 ordenara disparar contra campesinos.
Relató que en 1990, cuando perdieron el poder, organizaron movilizaciones con obreros, estudiantes y campesinos para defender lo que considera “logros de la revolución”.