RCR, 14 de Octubre 2021 .- Rómulo Pizarro Tomasio, exministro del Interior y expresidente ejecutivo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (DEVIDA), sostuvo que el ministro del Interior Luis Barranzuela desconoce el problema de los cultivos ilegales de hoja de coca y su conexión con las organizaciones del narcotráfico. Advirtió que el Perú está en peligro de convertirse en un narcoestado por la ausencia de una verdadera política antidrogas.
“Hoy escuchamos a un ministro del Interior, que le han dicho una u otra cosa y lo lanza para que después el presidente de Devida haga un resumen de lo que ha habido y quedamos asombrados. No conoce bien el tema y se ha referido a eso. Estamos hablando de un ministro de Estado y es muy preocupante lo que estamos viendo con referencia a ese sector tan importante que es el sector Interior”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Advirtió que en los últimos 10 años en el Perú prácticamente los cultivos ilegales se han duplicado. “El Perú es el principal exportador de cocaína del mundo. Hemos dejado desde hace tres gobiernos el Perú tiene un problema álgido de narcotráfico. No hemos tenido un resultado en los próximos años. La erradicación es una herramienta, la solución es el desarrollo humano, como se hizo en San Martín con el cacao, con las cooperativas en Tocache”, indicó.
Señaló que el problema es que el tema del narcotráfico no se comenta. “Hemos escuchado el mensaje del presidente y ni siquiera sesgado pudo estar. Hemos visto al señor Sagasti y tampoco, el señor Vizcarra tampoco, el señor Kuczynski tampoco lo tuvo, el señor Humala tampoco. El control de insumos químicos, que pasan por las carreteras. En el caso de la amapola siempre está el peligro y está creciendo en el río Santiago. Eso ya se ha advertido, la Dirandro hace los esfuerzos que puede. Si seguimos así nos vamos a convertir en un narcoestado”, afirmó.
“Esto que escucho de industrializar la hoja de coca, eso lo decía Evo Morales el 2008, cuando fue Hugo Chávez a Bolivia y dejó un millón de dólares para hacer el pan de coca, pero nadie le dijo que la coca no aglutina, porque para hacer pan tiene que aglutinar. Luego dijeron que iban a hacer un dentífrico, que iba a destrozar los dientes, después que iban a hacer un jabón, que también iba a destrozar la cara. De esa industrialización nadie más supo, que pasó con el millón tampoco”, apuntó.
Destacó que en el caso de la región de San Martín se desarrolló un programa para erradicar el sembrío ilegal de la hoja de coca. “Se hizo creando cooperativas y asociaciones y buscamos un producto estable que ahora lo tenemos y es el cacao. Ese mismo modelo lo llevamos a Puno, donde está la Central de Cooperativas del Valle de Sandia, que tiene cacao orgánico y café orgánico, y uno ganó un premio el año 2007, el café El Tunki, que en el mundo es el café de mayor calidad”, explicó.
“En estos momentos hemos duplicado la producción de hoja de coca. Que esfuerzo hemos hecho para mirar una alternativa de salida y el ejemplo está en la región San Martín, acá en el Perú, de 36 mil hectáreas lo reducimos a 200 hectáreas, generando trabajo, oportunidad y desarrollo humano”, observó.
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