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MILAGRO MUNDIAL DE CABO VERDE

Fuente: Diario AS

Los Tiburones Azules derrotaron con solvencia a la Selección de Eswatini, y firma un acontecimiento histórico en la historia del fútbol nacional. Camerún se queda así relegada a la segunda plaza.

Cabo Verde ha alcanzado un hito sin precedentes en su historia futbolística. Tras una contundente victoria por 3-0 ante Eswatini, los Tiburones Azules han sellado su billete al Mundial de 2026, y harán las maletas rumbo a Estados Unidos, Canadá y México. Con esta clasificación, el combinado caboverdiano se une a un selecto grupo de debutantes que incluye a Jordania y Uzbekistán. Además, se convertirá en la segunda nación con menos población en participar en una cita mundialista —solo por debajo de Islandia—, un hecho que resalta aún más la magnitud de la gesta.

El nombre de Rocha Livramento, delantero de 24 años que milita en el Casa Pia de la Liga Portuguesa, quedará grabado para siempre en los libros de historia del país. Fue él quien abrió el marcador en el partido decisivo, aprovechando una jugada confusa dentro del área para marcar el tanto que encendió la ilusión de todo un archipiélago. La fiesta se completó con el gol de Stopira, autor del tercero en el marcador, que confirmó el sueño mundialista.

La clasificación de Cabo Verde tiene un sabor especial, siendo la victoria de un país que vive el fútbol desde su cara más humilde. Desde la venta de entradas a un dólar en una pastelería local, hasta la declaración de medio día festivo por parte del Gobierno para que toda la población pudiera seguir el partido, cada detalle refleja la dimensión social y emocional del logro. Este triunfo trasciende lo deportivo, pasando a ser una celebración nacional en toda regla.

Dirigidos por Leitão Brito, los caboverdianos completaron una fase clasificatoria casi perfecta, con seis victorias, dos empates y una sola derrota. Un rendimiento que les permitió terminar líderes del Grupo D, por delante de una potencia africana como Camerún, que deberá buscar su pase por la vía de la repesca (en el mejor de los casos). Mientras tanto, Cabo Verde —con apenas 525.000 habitantes— saborea una gesta histórica que demuestra, una vez más, que en el fútbol los sueños también se juegan.