RCR , 31 de Enero 2022 .- Herberth Cuba García, especialista en políticas de salud pública y columnista del portal “El Montonero”, dijo que el levantamiento del toque de queda es corregir un poco una equivocada estrategia de lucha contra la pandemia. Señaló que todavía se mantienen de manera arbitraria una serie de restricciones constitucionales.
“Es una forma del Gobierno de corregir poco a poco la equivocada estrategia que se implementó en la lucha contra la pandemia. Hay que señalar que el toque de queda era la parte fundamental del cóctel de medidas que se tomaron para luchar contra la pandemia e inclusive teníamos toque de queda los domingos (desde las 8 de la noche tenía que estar la gente en sus casas, etcétera) en lugares en los que a veces ni había llegado el covid todavía”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Declaró que el toque de queda fue una medida totalmente desproporcionada. “Fue una súper reacción del gobierno peruano frente a la pandemia. Esto implicó también la suspensión de una serie de derechos constitucionales. Hay que señalar que la Constitución Política le da potestad al presidente de la República, para que, vía un decreto supremo, pueda declarar estado de excepción. Estos son dos: el estado de emergencia y el estado de sitio”, indicó.
“En ese sentido esas medidas no se han levantado, se ha levantado solo una de ellas, que es el toque de queda, pero todavía queda una serie de restricciones constitucionales que de modo totalmente arbitrario se mantiene y que nunca debieron aplicarse en esos extremos”, expresó.
Explicó que el estado de emergencia significa suspender una serie de derechos constitucionales, como es la movilidad, la inviolabilidad de domicilio, el traslado de un lugar a otro de la población, inclusive se da potestad a las Fuerzas Armadas para que puedan conducir el país.
“Siempre existe un test de proporcionalidad. Cuando se va a violar un derecho constitucional por alguna medida de fuerza, se tiene que ver un contrapeso constitucional si no existen otras medidas que puedan ser menos gravosas o menos dañinas a la población. Si se contraponen otros derechos se pondera el menor, para evitar el daño que se tiene frente a estos derechos, porque no nos olvidemos que estos son los derechos fundamentales de los ciudadanos”, apuntó.
Precisó que la inviolabilidad de domicilio es un derecho fundamental de ciudadano, la intimidad, el hecho de que te rastreen por donde están los ciudadanos también es una violación flagrante. “Por eso es que esos derechos deberían ser restituidos integrum, porque ya es innecesario en este momento de la pandemia”, remarcó.
Sostuvo que se tiene que continuar con la tercera dosis de la vacunación, porque este nivel está muy bajo. “Se tiene que continuar con las poblaciones nativas altoandinas originarias y dispersas. Sobre todo, se tiene que cuidar con las medidas higiénicas. Es necesario que el Gobierno comprenda que el agua potable para todos es sumamente importante. El gobierno debería invertir muchísimo dinero para lograr agua potable para todos”, afirmó.
Respecto a la población que no se quiere vacunar, dijo que esta no es muy alta en el Perú. “Es una cifra que no es muy grande. Sin embargo, no son con medidas coercitivas que uno va a lograr una respuesta positiva. Si no es con el trabajo comunitario, es decir, es en la comunidad donde se tiene que hacer esta lucha, para que los ciudadanos que no se quieren vacunar se vacunen. Esto requiere un trabajo fuerte de mucha sensibilización con medio de comunicación, educación, etcétera, no con medidas coercitivas”, subrayó.
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