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LABORATORIO DE ARQUEOLOGÍA DE TRUJILLO PRESERVARÁ VESTIGIOS HALLADOS EN HUANCHACO

Fuente: Agencia Andina 

Se ubica en la Universidad Nacional de Trujillo y se financió con recursos del Fondo del Embajador de EE.UU.

En La Libertad, el pasado milenario de Huanchaco, excavado durante una década, ahora cuenta con un espacio adecuado para resguardarlo e investigación en la Universidad Nacional de Trujillo. Se trata de piezas arqueológicas de las culturas Moche, Salinar, Gallinazo, Virú y Chimú.

El Laboratorio de Arqueología y Conservación se ubica en lo que fue el antiguo laboratorio de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT). Aquí, un equipo multidisciplinario podrá conservar y proteger las más de 10,000 piezas arqueológicas –entre elementos de metal, madera cerámica, piedras y otros– hallados por el arqueólogo Gabriel Prieto Burméster y su equipo de investigadores nacionales y extranjeros.

Estos vestigios, encontrados durante las excavaciones realizadas en Huanchaco, pertenecieron a diversos grupos humanos que se asentaron en esta parte de litoral peruano, como las cultura Moche, Salinar, Gallinazo, Virú y Chimú.

Beca para Pahuan

La implementación del nuevo laboratorio fue posible gracias a la beca del Proyecto del Fondo del Embajador que otorga la Embajada de Estados Unidos, la cual fue obtenida el año pasado por el Programa Arqueológico Huanchaco (Pahuan), que enmarca todo el trabajo realizado por el arqueólogo Prieto Burméster y su equipo, en distintos puntos de este distrito trujillano.

Este fondo, que asciende a 150,000 dólares, ha permitido que el laboratorio básico de arqueología de la referida casa de estudios se convierta en un gran centro de investigación arqueológica, cumpliendo los criterios técnicos de calidad y estándares internacionales, no solo en beneficio de los profesionales que integran el programa Pahuan, sino de otros investigadores y estudiantes universitarios.

Primera fase

Feren Castillo Luján, jefe del Laboratorio de Arqueología y Conservación del Programa Arqueológico Huanchaco, informó que en esta esta primera fase se ha logrado ejecutar un presupuesto de US$ 50,000, para la implementación de muebles especializados que permitirán almacenar artefactos arqueológicos, especialmente los importantes textiles hallados en las excavaciones de pampa La Cruz, cuya majestuosidad fue destacada en el 2019 por la revista National Geographic Society.

Una actividad paralela ha sido la visita de la Dra. Anne Pollard Rowe (curadora del Museo del Textil en Washington, D.C.), quien fue invitada a Trujillo, con los fondos obtenidos, para estudiar la colección de textiles Chimú y dar una consultoría sobre manejo y conservación de estos frágiles materiales.

Castillo Luján afirmó que también se ha instalado un equipo de deionización de agua para ser usado en el proceso de conservación, así como la compra de un moderno y sofisticado equipo de microscopía polarizada para los estudios y conservación de los materiales arqueológicos.

Se ha instalado también una caja de seguridad para almacenar los valiosos artefactos y se ha comprado un avanzado equipo de computación para procesar digitalmente los materiales arqueológicos hallados.

Asimismo, se ha instalado mesas de trabajo y módulos para los equipos de microscopía y computación. Se ha dotado de un sistema de aire acondicionado y controladores de humedad, cámaras de seguridad en tiempo real y acceso 24 horas a Wifi, entre otras muchas mejoras.

El segundo desembolso estará destinado a terminar de comprar los equipos necesarios, así como los insumos de conservación y los honorarios para los expertos que trabajarán en el laboratorio, así como de los practicas de estudiantes de pregrado.

Agua y conservación

Andrés Shiguekawa, responsable de conservación del Laboratorio de Arqueología y Conservación del Pahuan, afirmó que el equipo que proporciona agua desionizada permite –por medio de un proceso de intercambio iónico que se produce en las columnas del equipo– liberar el agua común de todo tipo de minerales y así poder usarlas para desalinizar las piezas encontradas.

Con ello lo que obtenemos es la cantidad necesaria para realizar los distintos tratamientos de conservación que los materiales excavados requieren. Esa agua es de suma importancia, más que nada, para el inicio de los trabajos de limpieza, ya que por su alta pureza nos permite hacer un seguimiento y medición puntual del grado de salinidad que se está extrayendo del objeto en el proceso de limpieza.

En el tratamiento de la cerámica es en el que mejor se puede observar el uso de esta agua, ya que por medio de otro aparato llamado conductímetro es que podemos ver el nivel de saturación que las sales contenidas en la cerámica están expulsando. Una vez acabado este tratamiento las piezas quedan estables.

Cabe señalar que todo tratamiento de conservación está sujeto a un constante monitoreo por parte de los conservadores para poder garantizar el óptimo resultado y máxima duración del tratamiento realizado.

Apoyo a la arqueología

Vanesa Wagner, especialista cultural de la Embajada de Estados Unidos, informó que desde el 2001 hasta la fecha, el proyecto Fondo del Embajador ha entregado más de 2 millones de dólares en 11 regiones del país.

El proyecto arqueológico que más dinero ha recibido de este fondo fue Caral con 800,000 dólares. Los criterios que tiene la embajada norteamericana para entregar este fondo es que esté enmarcado en la conservación del patrimonio cultural, que sea un proyecto de acceso público, la sostenibilidad y el equipo de trabajo.

Todo ello se enmarca dentro de un memorando de entendimiento entre el Perú y los Estados Unidos que existe desde 1997, el cual busca proteger y conservar el patrimonio cultural para evitar el tráfico de estas piezas.

Premio a investigación arqueológica

En diciembre de 2019 el hallazgo de los sacrificios y entierros masivos de niños de la cultura Chimú, dirigido por Gabriel Prieto, fue premiado entre los 10 mayores descubrimientos arqueológicos en el mundo, en el Shanghai Archaeology Forum (China).

Este premio reconoció, de igual manera, el trabajo de los doctores John Verano y Nicolás Goepfert, parte del equipo del programa Pahuan.