RCR, 12 de Diciembre de 2025.- El coautor del libro “La Revancha Naval Peruana en la Guerra del Salitre (1880)”, César Gaetano, explicó que la obra estuvo dirigida a los jóvenes peruanos para que supieran su historia, aproximándose al sesquicentenario de la campaña naval peruana en la guerra con Chile.

El autor señaló que la guerra que inició Chile contra Perú fue una época difícil para el país, pero también hubo una resistencia naval que se narra en el libro, demostrando cómo generaciones anteriores salieron adelante sin muchos elementos de defensa.

Gaetano indicó que el libro está enfocado en el hundimiento de la goleta Covadonga, un buque chileno que fue conocido como la «embarcación invicta». Señaló que la goleta tuvo un final en Chancay, a pesar de haber participado previamente en el combate naval de Iquique, donde ametralló a náufragos peruanos.

El autor precisó que la voladura fue muy fuerte, haciendo que la embarcación quedara hecha pedazos. Recordó que el Congreso de la República aprobó la declaratoria de interés nacional para reflotar la nave chilena.

Gaetano mencionó que después del 8 de octubre, el poder naval peruano había declinado, pero aun así se logró hundir buques chilenos con botes trampa y botes de explosivos, a pesar de no tener casi nada. En el caso de la goleta Covadonga se encontraba estratégicamente dispuesta en Chancay para bombardear el tren que iba de Huacho a Lima y que abastecía de comida a la capital.

El escritor destacó que nuestros antepasados se adelantaron a la época usando un mecanismo explosivo y un yate para tentar al comandante chileno, lo que el autor comparó con los drones actuales. En particular, mencionó a Juan Manuel Cuadros Viñas, un ingeniero químico que estudió en Alemania, quien colaboró con la Marina y logró el hundimiento de dos buques con los explosivos que fabricó. El gobierno chileno llegó a poner precio a su cabeza de 10,000 libras de oro, obligando al ingeniero a salir de Lima y esconderse en Tarma.

César Gaetano indicó que la obra fue escrita en coautoría con su hijo, Gabriel Guevara, bachiller en Administración de Negocios Internacionales, y no solo abordó acontecimientos históricos, sino también el aspecto geopolítico en el que está entrando el Perú con el megapuerto de Chancay, que tiene intereses para ser el puerto sudamericano hacia el comercio con la República Popular China.

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