Fuente: Diario el Tiempo de Piura 

El anuncio de reestructuración de la Dirección Regional de Educación (DREP) fue muy esperado por el profesorado, que imaginó que el proceso serviría para combatir a la corrupción. Sin embargo, estas esperanzas quedaron en nada: el principal objetivo es reorganizar el sistema administrativo. De la corrupción, no se dirá nada.

Según el asesor de la comisión, Pedro Peña Maraví, se trata de la modificación del reglamento de funciones de los trabajadores; pero no tiene nada que ver con la lucha contra la corrupción por ser competencia de otros organos institucionales.

En ese sentido, explicó que, por principio de legalidad, la investigación de los presuntos actos de corrupción y otros ilícitos administrativos es trabajo de la Comisión Regional Anticorrupción, del Órgano de Control Institucional, de la Procuraduría Pública Regional, del Consejo Regional, y no de su comisión.

“Lo que se busca es tener documentos técnicos normativos de gestión institucional que sean eficientes. Esta comisión tampoco tiene la facultad de sacar personal, sino que busca que los trabajadores se adapten a lo que sería el nuevo Reglamento de Organización y Funciones”, expresó.

Es solo una utopía
El representante del Sindicato Magisterial, Miguel Puescas, dijo que la reestructuración es “una utopía”, pues se trata de un tema burocrático.

“Lo que nosotros esperamos de la restructuración son cambios estructurales en el sector. No queremos que un funcionario sea cambiado de oficina”, manifestó Puescas.

Asimismo, añadió que si desean reestructurar la DREP, esta debería ser cerrada para convertirla en una Gerencia Regional, tal como lo hay en otras regiones, como Lambayeque, La Libertad y Arequipa.

“Tenemos una dirección que esta inoperativa desde hace tiempo. No son capaces de dar celeridad a las investigaciones”, indicó.