RCR, 25 de junio de 2025.- José Antonio Torres Iriarte, abogado e internacionalista, estimó que Irán no declinará en su propósito de pugnar por tener una bomba atómica en el corto o mediano plazo, una realidad que mantiene el conflicto con Israel y Estados Unidos en un estado latente, a pesar de aparentes noticias alentadoras originadas en la Casa Blanca.
Para Torres Iriarte, Israel no cesará en su objetivo de poner fin al gobierno de los Ayatolás con controlan Irán, lo que configura un escenario de posiciones irreductibles.
El analista dijo que la decisión de Estados Unidos de atacar las instalaciones nucleares en Irán, aunque ha sorprendido a muchos, se cree que fue tomada en base a indicadores de inteligencia y contrainteligencia que animaron al presidente Trump a dar esta orden.
Sin embargo, a pesar del daño causado, la capacidad de recuperación de los profesionales, ingenieros y científicos iraníes se está demostrando, indicando que el daño no será determinante para impedir que, bajo el gobierno de los Ayatolás, continúe la vocación por hacerse con armas nucleares.
El analista subraya que para Irán o los Ayatolás, la existencia de Israel es un obstáculo, y su propósito político es desaparecer al estado de Israel en el plano político y militar, imponiendo su orden no solo nacional, sino también regional en el Medio Oriente.
Agregó que la solución de un acuerdo o una distensión en el mediano plazo se vislumbra muy difícil en la medida en que los Ayatolás y los fundamentalistas iraníes controlen el poder político en Irán. Estos líderes, calificados de espirituales y fundamentalistas, poseen una visión sesgada contraria a Occidente, opuesta a Estados Unidos y enemiga de Israel, lo que les impide aceptar cualquier tipo de tratativas que puedan significar un retroceso en sus propósitos políticos.
Una posibilidad que muchos analistas y entendidos en el tema barajan es que las fuerzas democráticas, la población civil y las mujeres, que han sido tan afectadas en sus derechos en Irán bajo el actual régimen, puedan reaccionar social y políticamente, movilizarse y poner fin a un gobierno que Torres Iriarte describe como una tiranía, autoritario, negador de derechos y perseguidor de opositores, además de ser enemigo de Occidente.
En cuanto a Rusia y China, su papel como actores geopolíticos en este proceso de violencia armada aún es prematuro de evaluar, ya que hasta el momento han mantenido una actitud discreta y prudente.
