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HAKANSSON: DISOLUCIÓN DEL CONGRESO ES UNA INFRACIÓN CONSTITUCIONAL

Constitucionalista Carlos Hakansson consideró también que “asociar siempre” la cuestión de confianza con la disolución del Congreso, da lugar a que cualquier jefe de Estado que no tenga mayoría parlamentaria “pueda poner en jaque” al Parlamento.

RCR, 4 octubre 2019 .-  En sus primeras declaraciones a un medio de comunicación después de la disolución del Congreso, Carlos Hakanson, quien era uno de los candidatos para ocupar el Tribunal Constitucional, advirtió en RCR que la aplicación de la disolución constitucional de un Parlamento, por parte de un presidente de le República, “abre una caja de pandora” en un país no institucionalizado como el Perú.

“Se ha abierto una caja de pandora. Porque la disolución (del Congreso) está en la Constitución, es cierto, pero, lamentablemente, en un país con debilidad institucional, que un mandatario la aplique, abre la caja de pandora”, subrayó.

Dijo que en la aplicación de esta medida se han dado “una serie de vacíos” que se empiezan a  cubrir de una manera improvisada, “y esto no es otra cosa que el fomento del caos”.

En opinión del constitucionalista, la disolución del Parlamento por el presidente, Martín Vizcarra, “es una irregularidad que ha conllevado a una infracción de la Constitución (y), por tanto, una violación constitucional”.

Respalda carta de constitucionalistas contra disolución del Congreso

En ese sentido, sumó su respaldo a la carta emitida por un grupo de constitucionalistas, liderados por el constitucionalista Domingo García Belaunde, sobre el apartamiento al estado de Derecho que –anotó- es lo que está ocurriendo ahora, y propiamente se habla de golpe de Estado.

El docente de la Universidad de Piura señaló que “son nulos” todos los actos del presidente de la República, si ha tomado la decisión de disolver el Legislativo antes de tener un nuevo gabinete.

“Es más, si él considera que la confianza le ha sido negada, el gabinete Del Solar cayó, tiene que armar un nuevo gabinete tiene que firmar el decreto de disolución. Pero aquí ocurrió que ni bien consideró que había caído, decreta la disolución por televisión y luego envía el decreto, firmado por un nuevo primer ministro, pero sin gabinete. Entonces, ésta es una irregularidad”, puntualizó.

Indicó que aunque el artículo 134 de la Constitución posibilita la disolución parlamentaria, pero –anotó- precisamente se trata de observar los requisitos que ella contiene.

“Y es que no existe un ´rechazo fáctico´ de la (cuestión de) confianza, porque la confianza fue otorga. Incluso fue con anticipación. Y cuando se dice que se tenía que otorgar inmediatamente, porque el primer ministro lo dice y como ocurrió el lunes, la agenda ya estaba dada. El Parlamento es autónomo y soberano, agota su agenda (primero)”, detalló.

Refirió igualmente que el Tribunal Constitucional sólo podrá pronunciase sobre la legalidad o ilegalidad de la disolución del Poder Legislativo de modo arrogado, es decir, con una sentencia y a través de los procesos de garantías que reconoce la Constitución.

“Entonces, está la posibilidad de que, por ejemplo, a través de una acción de amparo que llegue del Poder Judicial. Y, eventualmente, el Tribunal Constitucional se pronunciar sobre la situación de los congresistas. Se puede pronunciar si llega una acción competencial, en el cual se busque dirimir hasta donde lleguen las competencias del Ejecutivo y la del Legislativo. Es el procedimiento que debería existir”, especificó.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), Hakansson consideró también que “asociar siempre” la cuestión de confianza con la disolución del Congreso, da lugar a que cualquier jefe de Estado que no tenga mayoría parlamentaria “pueda poner en jaque” al Parlamento, cuando –anotó- “lo que tiene que hacer un presidente es cruzar la orilla y llegar a un consenso para poder gobernar”.

Sostuvo que la alternativa para salir del entrampamiento legal que generado la medida excepcional dispuesta por el jefe de Estado puede solucionarse si se aplica lo que denominó “el sentido de la República”.

“No hay sentido de la República cuando se dice: nos apoyan los militares. A ningún país desarrollado del primer mundo se le ocurre esa salvajada…  Lo que tiene que ocurrir desde que si vemos que el Parlamento ha decidido suspender el presidente, y declarar irregular el proceso de disolución, suspende al presidente y nombra a sucesor, interino o fijo; lo que tiene que ocurrir es que el presidente salga de Palacio o que sus asesores le digan que tiene que irse”, adujo.

No se aplica “el sentido de la República”

En ese sentido, expresó que el sentido de le Republica lleva a que el presidente en ejercicio reconozca que ya no representa a la Nación; y que la Representación Nacional ha decidido que por esa vacancia o suspensión temporal el mandatario; y que deje de ser el jede supremo de las Fuerzas Armadas.

“Todo, ipso facto. Pero eso no lo hemos desarrollado. Veintinueve años de continuidad democrática no son suficientes. Pero, además, el proceso ya lo hemos llevado a un lugar común. El tema de la Educación”, apuntó.

Tribunal Constitucional “tiene que ejecutar” incorporación de Gonzalo Ortiz de Zevallos

Estimó –a su juicio- que el Tribunal Constitucional “tiene que ejecutar” la incorporación, en dicho organismo, del presunto candidato electo, Gonzalo Ortiz de Zevallos.

“El Parlamento envió al Tribunal Constitucional una Resolución Legislativa con el nombramiento. El Tribunal Constitucional no puede poner en duda lo que le diga un Poder del Estado. Tiene que ejecutar. Si luego, más adelante, se llegar a comprobar (algún cuestionamiento a la elección del nuevo miembro del TC) tendrá que resolverse. Pero no puede el Tribunal, porque leyó el periódico, cuestionar”, aseveró.

En otro momento, Hakansson precisó igualmente que mantuvo su postulación al recuente proceso de selección de postulante para integrar el órgano de control de la constitucionalidad, no por una intención de aferrarse a seguir participando del proceso, sino por una cuestión de principios y de no ceder a presiones de ningún tipo.

“Yo mantuve mi postulación porque un magistrado siempre está sujeto a presiones. Si yo por cada carta o tipo de presión mediática o lo que fuere, voy a dar un paso al costado, demostraría que no estoy apto para el cargo… Y el callejón oscuro había que pasarlo. Uno no puede doblegarse, ni separarse de sus convicciones, por cualquier tipo de presión”, concluyó.

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