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GOBIERNOS REGIONALES TIENEN BAJA EJECUCIÓN DE GASTOS POR CONTRATAR FUNCIONARIOS NO CAPACITADOS EN GESTIÓN PÚBLICA

Kurt Burneo, docente de Centrum de la Universidad Católica, dice que gobernadores y alcaldes deben asesorarse por expertos para destrabar obras en beneficio de la población.

RCR, 07 de diciembre de 2019.- La baja ejecución de gasto en las regiones se debe a que los presidentes regionales y alcaldes al asumir sus cargos no contratan a personal calificado en gestión pública sino a personas que los ayudaron en las campañas políticas y no tienen ninguna preparación técnica, señaló Kurt Burneo, exministro de la Producción y docente de Centrum de la Universidad Católica, al comentar los resultados del Índice de Competitividad Regional del Perú (Incore) 2019.

“Lamentablemente lo que pasa es que después de unas elecciones regionales y locales, la tendencia es poner en las posiciones claves de la administración subnacional a gente que no necesariamente tiene la preparación para ser gestores públicos. Esas posiciones de confianza están a cargo de personas que tienen como único mérito haber colaborado en la campaña del alcalde o gobernador y con eso no se asegura la calidad de la gestión de los gobiernos subnacionales”, dijo Burneo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

Mencionó que “un ejemplo vivo es el programa Reconstrucción con Cambios. De los 26 mil millones de soles asignados para ser gastados hasta el 2021 solamente ha sido ejecutado el 19% y estamos a finales de 2019. Lo que pasa es que los alcaldes y gobernadores tienen la prioridad en la ejecución de los proyectos, pero no existe la capacidad de gestión necesaria y no se gasta”.

“Por eso es que tenemos en Chiclayo y en Piura a familias completas, que tres años después del Fenómeno del Niño costero, todavía siguen viviendo en carpas. Estos chicos de Beca 18 perfectamente podrían ayudar a acelerar los expedientes técnicos y movilizar la gestión a nivel de gobernaciones y alcaldías. Eso es un tema de voluntad política”, dijo.

Explicó que “en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) existe un programa que se llama Conéctamef. Conéctamef es un grupo itinerante de técnicos del MEF que ayudan a las regiones y alcaldías en la agilización de los procesos de formulación adecuada de los expedientes técnicos, y la capacitación en término de las convocatorias a licitaciones”.

“En otras palabras, el MEF ayuda a los gestores regionales y locales, pero si estos gestores no tienen ninguna experiencia en el sector público todavía persiste el problema. El problema es que no hay una adecuada recepción de los conocimientos de los técnicos MEF y algunas veces son ignorados. La falta de capacidad de gestión adecuada hace que se tenga el dinero y no se gaste. Si vamos a mirar la ejecución presupuestal a finales de este mes, vamos a darnos cuenta que los bajos niveles de ejecución van a ser generalizados no solo a nivel nacional sino a nivel de  gobiernos regionales y locales”, puntualizó.

Señaló también que “los presidentes regionales juegan un papel fundamental porque son los grandes gestores a nivel de las regiones. Cuando el 2004 se inició el proceso de descentralización la lógica era acercar el Estado a la gente. Sin embargo, si usted le pregunta en una encuesta a  los pobladores de distintas regiones si su vida ha cambiado con la descentralización y los gobiernos regionales, la mayor parte diría que no ha habido un cambio sustantivo en cuanto al acercamiento del Estado a la gente y que más bien se ha reproducido en escala pequeña las taras del gobierno nacional respecto a los gobiernos regionales y locales”.

Índice de Competividad Regional 2019

Burneo afirmó que “el Índice de Competitividad Regional es una herramienta útil porque evalúa cuál es la capacidad de cada región para administrar sus recursos y de cumplir con sus mandatos y/o competencias”. “En términos sencillos evalúa en qué medida cada región cumple con lo que está obligado a ser y administra los recursos. En ese orden de ideas, el índice se descompone en cinco pilares: economía, empresa, infraestructura, personas y gobierno”, precisó.

Recalcó que el índice “no solo es una herramienta útil para conocer cuál es la disparidad de la competitividad de la regiones, sino que también sirve a los hacedores de políticas como el gobierno Nacional para calibrar mejor las políticas públicas, porque no se pueden aplicar políticas públicas como si toda la regiones fuesen absolutamente homogéneas. Las políticas van a tener que ser medidas en función de cuáles son las carencias principales en términos de competitividad que tienen cada una de las 26 regiones que han sido medidas el año 2019”.

“El puntaje tiene una suerte de rangos del 1 al 100 en términos de competitividad. El rango muy alto es de 85 a 100, el alto de 75 a 84, medio alto de 65 a 74  y así vamos descendiendo. Estamos encontrando que ninguna de las 26 regiones ha ocupado los rangos muy alto y alto. La mejor región puntuada que vendría a ser Lima  alcanza el tercer escalafón con 65.89. A partir de ese escalafón hacia atrás se alinean el resto de las regiones. Eso preocupa porque los puntajes han venido decreciendo sobre todo respecto al año anterior”, remarcó.

El exministro de Producción dijo que “el pilar de economía está vinculado con los pilares de infraestructura y de gobierno en los malos resultados. Por ejemplo, si se tiene un déficit de infraestructura no se tiene capacidad de exportar. Si en el gobierno no hay eficiencia para gastar lo que se tiene en el presupuesto estamos hablando que gobierno, infraestructura  y economía están absolutamente relacionados y ese es un elemento que destaca en la evaluación de competitividad regional para este año”

Destacó que existe una diferencia grande en competitividad regional entre Lima y las demás regiones. “Lima figura en el primer lugar con 65.89 y Moquegua en segundo lugar con 47.4. Lo que ocurre es que hay una suerte de re-centralización de los factores productivos. Por ejemplo, el programa Beca 18 convoca a los chicos con mejores puntajes en el interior del país para educarlos en Lima a costo cero (ya tenemos dos promociones universitarias), pero el problema es que no regresan a sus lugares de origen para ayudar al crecimiento económico de los lugares en los que ellos nacieron y la mayor parte se quedan en Lima o en las capitales de región”.

“Estamos haciendo el peor de los negocios porque el mejor capital humano no regresa para a sus sitios de origen y se queda Lima. Entonces desde el momento en que Lima concentra a los mejores técnicos No es de extrañar que  la diferencia entre la competitividad de Lima y las regiones se hace cada vez más grande”, indicó.

Explicó que esa situación se debe a que “no hay un mercado de trabajo profesional a nivel del interior del país” y sugirió que “el Estado tiene que intervenir para promover e incentivar que los gobiernos subnacionales (gobernaciones y alcaldías) tomen los servicios profesionales de los chicos de Beca 18 para que puedan brindar sus conocimientos en estos entes de gobierno descentralizados. El Estado debe promover a este retorno de estos nuevos profesionales a sus lugares de origen mediante un co-pago”.