Fuente : Energiminas
Frontera Energy recibió los primeros lotes en Perú en 2007, y tuvieron que esperar hasta 2012 para contar con su primera licencia de producción. Luego se interesaron por el lote 192, en Loreto, en los años en el que el precio del barril superaba los US$100 para luego caer abruptamente hasta niveles insostenibles para el negocio. En los casi cinco años y cuatro meses con presencia operativa, interrumpida con frecuencia en este lote de la selva peruana, la compañía ha invertido un total cercano a S/32 millones en planes sociales, en programas de salud, educativos, étnicos y de energía. Según Iván Arévalo, su gerente general, en videoconferencia con Energiminas, la empresa, este año, ha desembolsado una cifra que ronda los S/7 millones en sus zonas de influencia para mitigar los efectos de la covid-19 y mantener en funcionamiento servicios. De los cinco años y cuatro meses al frente del lote, Frontera solo contabiliza 23 meses de producción.
«Solamente este año hemos invertido casi S/7 millones en ayudas a las comunidades», refirió el ejecutivo de la petrolera.
En lo que va del 2020, Frontera solo ha podido producir petróleo exactamente durante un mes y veinte días, pero el flujo de dinero para programas sociales ha continuado abierto. No solo ha continuado con sus programas permanentes de campañas médicas, desayunos fortificados, cuidado de la herencia cultural y generación de empleo, sino que, y esto es lo más importante, ayudó a librar una campaña exitosa contra el covid-19 en el lote 192. “Esa es toda la producción que hemos tenido durante 2020, hemos operado cincuenta días, todo enero y los primeros veinte días de febrero”, recapituló Arévalo. “Y solamente este año hemos invertido casi S/7 millones en ayudas a las comunidades, ese es nuestro compromiso.” Y añadió: “Nuestros programas sociales continuarán hasta el día en que nuestros contratos terminen en el Perú, y ese es una responsabilidad que hemos ratificado a las autoridades porque parte de su preocupación, me refiero a autoridades como Perupetro, como el Ministerio de Energía y Minas, es que no estamos produciendo petróleo, no generamos regalías pero nosotros por voluntad propia no abandonamos a las comunidades. Este compromiso lo hemos honrado. Siempre hemos sostenido que nuestros programas sociales seguirán vigentes hasta el último día de contrato con la República del Perú. Desde el punto de vista económico, esto es difícil para el negocio pero hay algo que no tiene precio y es nuestra imagen y el bienestar de las comunidades indígenas”. Una de las tareas urgentes de Petroperú es preparar la licitación del lote 192, cuando concluya el contrato con Frontera; Iván Arévalo evitó confirmar si participarán en una nueva adjudicación. Mencionó que “primero debemos ver las condiciones y consideraciones que las autoridades determinen al respecto”.
Iván Arévalo, gerente general de Frontera Energy.
Las comunidades adyacentes a la operación de Frontera, en las cuencas del Pastaza, Tigre y Corrientes, están sumamente aisladas de metrópolis como Iquitos o Pucallpa, “a días de navegación”. Cuando inició la pandemia, y debido a sus datos del avance del covid-19 en otras partes del mundo en las que operan (Colombia, Ecuador y Guyana), sus directivos decidieron evacuar el lote cuanto antes y restringir el contacto del personal con los lugareños. Pero la covid-19 llegó primero a Iquitos, ciudad en el que se confirmó una prevalencia de hasta el 70% de la pandemia en la población, y posteriormente, a mediados de mayo, a las comunidades cercanas a Frontera, producto del contacto de las comunidades con otras comunidades. Los programas sociales ejecutados por la empresa durante los momentos más críticos y necesarios de la pandemia están documentados (víveres y medicinas), e incluso uno de ellos fue destacado internacionalmente: como Frontera había dejado de producir petróleo, ofreció su planta de oxígeno para uso médico y principalmente para las comunidades nativas de Andoas Viejo y Los Jardines. Esto mientras la tasa de mortalidad en Iquitos alcanzaba cotas preocupantes, en las comunidades cercanas al lote 192 esta fue de 0.02% de una población de 8.176 personas.
“Al final, lo que necesita el país, la región, no Frontera, en particular la selva norte, es paz social», reflexionó Arévalo.
A pesar de que las cifras generales de contagios del Ministerio de Salud actualmente descienden, hoy la inversión social de Frontera, que no produce ningún barril en el lote 192 desde febrero de este año, continúa. “Puede sonar raro, pero para las comunidades nativas nosotros somos sus proveedores de muchas cosas, les damos energía y somos sus médicos, somos los que apoyamos con los programas educativos, somos a quienes buscan para mejorar su calidad de vida, pero también somos ese fusible que ellos buscan cuando necesitan más atención aún del Gobierno central, y es allí cuando se producen situaciones de orden público que nos afectan”, aseveró Iván Arévalo. “Aquí es un poco diferente el sector; Colombia es un país un poco más petrolero que Perú, el petróleo representa casi el 40% de la actividad industrial de la nación, y obviamente ha habido, a pesar de la pandemia, más incentivos para que el aparato productivo del país no se caiga; ha habido mucho apoyo e incentivo para que los productores continuemos con la labor”. Colombia, antes de la pandemia, producía diariamente casi 900.000 barriles de petróleo, la producción cae unos 150.000 barriles en marzo, con la aparición de la covid-19, y ahora el país sudamericano ha alcanzado su producción habitual de crudo. El Perú, antes de la covid-19, producía 60.000 barriles diarios; hoy ronda los 30.000.
El lote 192 es el que, para Frontera Energy, ha tenido más urgencias de entre todos sus lotes productivos en Sudamérica: su presencia es muy sólida en Colombia, estable en Ecuador y Guyana y difícil en Perú. “Al final, lo que necesita el país, la región, no Frontera, en particular la selva norte, es paz social, estabilidad, que el aparato productivo tenga sostenibilidad, no desde el punto de vista del negocio, sino también desde los aspectos social y ambiental, y quizá eso ha faltado en estos últimos años”, reflexionó el ejecutivo. “Hoy está la producción de la selva completamente detenida, el Oleoducto Norperuano está completamente detenido”. “Sin embargo, Frontera Energy sigue apostando por el Perú. Creemos que las autoridades del sector darán las medidas necesarias para impulsar la producción de hidrocarburos y allí estará Frontera apoyando”, remachó Arévalo.