RCR, 27 de Junio 2025.- La reciente ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) hasta diciembre de 2025 no ofrecerá posibilidades de éxito ni de avance en el proceso de formalización, y se prevé un fracaso, según el ingeniero Américo Arizaca Avalos, ex director regional de Energía y Minas del Gobierno Regional de Puno.
Arizaca Ávalos, quien también es docente en la Universidad Nacional del Altiplano y conocedor de temas de desarrollo en minería, sostiene que el riesgo más grande es que, además del fracaso, «diferentes actores, incluyendo actores delictivos, con mayor fuerza y presencia, se están apoderando de espacios de la pequeña minería y la minería artesanal».
El experto ya había señalado anteriormente que, con las normas y el decreto de ampliación vigentes, la posibilidad de lograr resultados significativos en la formalización de mineros era «casi nula». Esta perspectiva se ha visto corroborada con la falta de un «avance sustancial» tras la última ampliación de seis meses.
La extensión hasta el 31 de diciembre de 2025, que ya estaba contemplada en la ley, solo reafirma la dificultad de establecer un proceso de formalización «serio, objetivo y con resultados» bajo el esquema actual.
Uno de los mayores peligros identificados por el ingeniero Arizaca Ávalos es la inacción del Estado. En zonas como la ceja de selva o la selva alta, particularmente en regiones como Puno y Madre de Dios, la presencia estatal es mínima o inexistente. Esta ausencia permite que «organizaciones criminales estén ingresando y despojando a los mineros de sus áreas de trabajo».
Asimismo, se han registrado conflictos donde comunidades toman posesión de áreas previamente explotadas por pequeños mineros o mineros artesanales. La situación se agrava debido a que el Estado no ejerce ningún rol, ni siquiera a través del Ministerio del Interior, y las direcciones regionales han sido «despojadas de sus competencias» en el proceso de formalización, perdiendo toda capacidad de acción.
Agregó que la inacción del Estado en zonas mineras como la ceja de selva o selva alta, particularmente en regiones como Puno y Madre de Dios, ha permitido que «organizaciones criminales estén ingresando y despojando a los mineros de sus áreas de trabajo»
Ante este escenario, Arizaca Ávalos prevé que el 31 de diciembre de 2025 se llegará a la misma situación actual, con quejas sobre el fracaso del proceso y la falta de éxitos en el trabajo de formalización. La falta de avance en la formalización, la escasa participación estatal y el despojo de competencias a las direcciones regionales han convertido estas zonas en una «tierra de nadie», donde «la ilegalidad va tomando mucha más fuerza».
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