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ES IMPOSIBLE QUE AGRICULTORES PUEDAN PAGAR EL SALARIO MÍNIMO DE 70 SOLES QUE EXIGEN LOS TRABAJADORES AGRARIOS

Fotografía: El Regional de Piura

RCR, 14 de diciembre de 2020.- Bruno Fossa Villar, presidente de la Junta de Usuarios de Riego del Valle de San Lorenzo – Piura, dijo que es imposible que los pequeños y medianos agricultores puedan pagar el salario mínimo de 70 soles que exigen los trabajadores agrarios. Señaló que si el Congreso aprueba la norma con ese aumento sería un populismo absurdo que va a generar desempleo y un golpe a la agroexportación.

“El salario mínimo de 70 soles por día es imposible, porque estamos hablando de cerca de mil soles y se está pidiendo un incremento de más allá del 100%, 70 por 30 es igual a 2,100 soles y es imposible que el agricultor pueda pagarlo. Ahora el agroindustrial o e exportador ya hizo sus costos como cualquier empresa y no de la noche a la mañana no le pueden cambiar las reglas del juego”, indicó a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

“El Parlamento eso de los 70 soles es un populismo absurdo y tonto que más bien va a generar desempleo y una desestabilización en la agroexportación. Los grandes productores y las grandes agroindustrias que tienen sus terrenos tampoco son capaces de producir todo lo que venden y nos necesitan a nosotros los medianos y pequeños agricultores. Por eso es que si solamente van a trabajar con lo suyo van a dejar de lado la producción pequeña y mediana y ahí van a venir problemas sociales”, expresó.

Remarcó que “esta remuneración mínima vital que se está pidiendo, el agricultor no va a poderla cumplir”. “Si están pidiendo 70 soles diarios es imposible porque no le va a dar el costo. Agroindustria es otra cosa, estamos hablando de exportación, pero no debemos olvidar que esta ley abarca tanto a la agroindustria como también al propio agricultor. Desgraciadamente, somos muchos los agricultores informales y eso sí es un problema. También existen informales en los agroindustriales, pero hay más formales que informales”, recalcó.

“Me preocupa que el Ejecutivo haya demostrado una debilidad ante un reclamo justo, pero así van a ir saliendo reclamos tras reclamos y creo que tenemos que poner autoridad. En la Ley Agraria tendríamos que hacer una diferenciación completa. Esta no es una ley no solamente para el agroindustrial, es para la agricultura en sí. Tenemos que tener a un personal estable durante todo el año, las condiciones de trabajo son completamente diferentes. Esto nos puede acarrear grandes problemas en el trabajo agrícola”, subrayó. 

Mencionó que “el service es el jalador que pone el personal a la empresa, y esto no es de hoy, esto es de hace 500 años”. “El jalador ganan porque da un tipo de servicio. Al final de cuentas es un mal necesario. Yo necesito 10 personas hoy día y necesito de alguien que vaya a buscarlas, porque no todos me van a tocar la puerta para darle trabajo. El jalador tiene que ganar si quiera 3 soles, pero el señor ya no va a recibir 40, sino 37. A esta gente hay que premiarla. Ahora Sunafil no ha cumplido con su labor, porque va al choque y pone multa, pero va a las empresas más grandes y no a las informales y ahí es donde se crea el problema”, explicó.

Existe alta informalidad en San Lorenzo

“Si bien es cierto que San Lorenzo es el mayor productor de limón y el mayor productor de mango del país, pero también la informalidad que existe en San Lorenzo es una de las mayores del país. Hay que ver como nos formalizamos todos para trabajar de la mejor manera y todos ser ganadores: los agricultores, los agricultores y el país. Aquí la gente que labora tiene que ser ganadora. Es factible, hay que buscar la asociatividad. El exportador necesita tener la tranquilidad de que al final va a tener un producto de buena calidad y va a tener la cantidad que necesita”, reveló.

Subrayó que “si el agroexportador comienza a juntar a su gente, a ayudarlos a ser formales, a fortalecerlos e inclusive avalarlos ante la banca, estamos creando a un grupo cohesionado: yo produzco y no me preocupo nada más que por producir”. “El otro sabe que va a exportar, no se preocupa de nada, porque ya sabe que tiene su producción y tiene que buscar su mercado. Por ahí podríamos solucionar mucho el tema de la informalidad. Si nos asociamos todos vamos a poder entrar a la formalidad y eso es favorable para el seguro social, para un mejor salario, una mejor venta y un mejor retorno para todo el mundo”, apuntó.

“Si hablamos de agroexportadores, todo el pequeño y mediano agricultor le vende al exportador. Al venderle al exportador la gran mayoría no vende con documentos, le vende con alguna liquidación de compra o le entrega a un tercero que vende que es el famoso acopiador. Aquí vienen los problemas, porque si al agroexportador le van a subir los costos en general, todo se va a romper por el lado más débil que somos los agricultores. Esto consiste en que los precios de los productos van a bajar, no obstante, los costos cada día suben”, observó.

Manifestó que “las obras por impuestos son buenas, pero habría que ver cómo”. “La obra que debería hacer el agroindustrial es ayudar a la tecnificación del pequeño y mediano agricultor. Eso va a fortalecer tanto al pequeño agricultor como al agroexportador. No podemos estar pensando en que estas empresas hagan una obra de saneamiento público, porque no les corresponde y no va a favorecer a la gran mayoría de los agricultores. Sí podríamos pensar en que ayuden a sus socios que somos nosotros y eso sí se podría hacerse”, precisó.

“Nosotros los agricultores formales solo estamos pagando el 15% del impuesto a la renta, eso favorece y nos formaliza de alguna manera, pero la gran mayoría que somos informales no pagamos absolutamente nada. También tenemos que pensar en algún tipo de recaudación y eso vendría bien a la actividad agrícola”, puntualizó.

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