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“EN REALIDAD, NO TENEMOS MUCHO TIEMPO PARA CAMBIAR DE RUMBO”

Fuente : Diario Voces 

Para 2035, los países ricos tendrían que cerrar las centrales eléctricas impulsadas por combustibles fósiles y moverse a tecnologías más limpias como la eólica, la solar y la nuclear.

Aunque durante la última década la humanidad ha reducido de modo gradual el problema del clima, los científicos también han progresado. Y sus hallazgos son nefastos: han recabado evidencia más sólida en torno al grave daño que pueden provocar incluso los aumentos pequeños de temperatura. En otras palabras, el objetivo se ha alejado.

Cuando se firmó el Acuerdo de París, las naciones accedieron a mantener el calentamiento global “muy por debajo” de los 2 grados Celsius y a hacer un esfuerzo de buena fe para quedarse en 1,5 grados. Sin embargo, en los años posteriores, un montón de estudios han encontrado que 2 grados de calentamiento es mucho más perjudicial que 1,5 grados.

Ese medio grado adicional suena a poco, pero podría implicar que decenas de millones más de personas en todo el mundo queden expuestas a fenómenos mortales como las olas de calor, la escasez de agua e inundaciones costeras. Medio grado puede ser la diferencia entre un mundo con arrecifes de coral y hielo marino en el verano ártico y un mundo sin ellos.

“Para llegar a las metas trazadas en el acuerdo de Paris el mundo tendría que cortar en la próxima década sus usos de combustible fósiles a la mitad”

Sin embargo, 1,5 grados es un objetivo mucho más difícil de lograr que 2 o 3 grados. No está ni cerca de ser suficiente para llegar al máximo de emisiones mundiales en los próximos años y luego bajar poco a poco. En cambio, las emisiones de combustibles fósiles en el mundo tendrían que caer casi a la mitad esta década y luego llegar al nivel cero de emisiones más o menos en 2050.

Este año, la Agencia Internacional de la Energía trazó un mapa sobre ese posible panorama. Para 2030, los vehículos eléctricos tendrían que ser más de la mitad de las ventas de autos nuevos a nivel mundial, en comparación con el cinco por ciento de la actualidad. Para 2035, los países ricos tendrían que cerrar casi todas las centrales eléctricas impulsadas por combustibles fósiles y moverse a tecnologías más limpias como la eólica, la solar y la nuclear. Para 2040, se tendrían que haber retirado todas las plantas de carbón que queden en el mundo o modernizado con tecnologías que capturen sus emisiones de carbono y enterrarlas bajo tierra. Serían necesarias nuevas tecnologías para limpiar sectores como el del transporte aéreo.

Naciones Unidas advirtió que la última ronda de compromisos climáticos que habían presentado los países en conjunto antes de Glasgow produciría tan solo una séptima parte de las reducciones de emisiones adicionales que se necesitan en esta década para limitar el calentamiento global total a 1,5 grados Celsius. Sin una aceleración rápida e inmediata de las medidas, ese objetivo climático podría estar fuera del alcance en unos pocos años.

“El camino es angosto en extremo”, comentó Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía. “En realidad, no tenemos mucho tiempo para cambiar de rumbo”.

Las naciones han comenzado a progresar en el tema del cambio climático. Sin embargo, seguiremos yendo hacia un calentamiento peligroso a menos que haya una aceleración drástica en esos esfuerzos.