Jhoel Rivera Santiago
Presidente de la Federación Nacional de Empresas Comunales del Perú.
Gerente general de la Empresa Comunal de Servicios Múltiples Rancas (Cerro de Pasco)
El sistema neo liberal y capitalista cuando estructuraron su manejo económico no tomaron en cuenta a las comunidades como agente productivo, este proceso lamentablemente ha perjudicado en demasía a las zonas rurales (comunidades); por lo mismo, hasta la fecha no existe una política de estado para volver productiva la zona rural del Perú.
Todos los programas del Estado están enfocados en dar mayor y mejores beneficios y oportunidades a los capitalistas, situando a los productores en segundo plano en la incidencia del acompañamiento. De este análisis, me llega la interrogante, ¿por qué la pobreza en nuestro país está en algunas comunidades, si ellas son propietarias de las zonas de donde sale la riqueza más preciada para el mundo?
El ejemplo de la Empresa Comunal de Servicios Múltiples Rancas, que inició sus actividades hace 25 años, muestra la capacidad de los comuneros de todo el Perú. Con sus creencias, costumbres, religiones, etc., pudieron concatenar en una idea clara, el desarrollo comunitario, comprometer un capital de trabajo y estructurar una actividad empresarial y pese a que no han sido incluidos como agentes de producción para el país, le decimos al Estado peruano, al gobierno, al presidente, a los congresistas: “Aquí estamos las comunidades que hemos pasado de la PROTESTA A LA PROPUESTA y sin ser consideradas en tu cadena productiva nos hemos adecuado al sistema que nos gobierna y después de 25 años demostramos que el proyecto empresa comunal en nuestra nación es una realidad”.
Ahora pedimos reconocimiento, formalización, acompañamiento, herramientas que nos garanticen con las empresas que trabajan en nuestras zonas. No pedimos que compartan sus utilidades, pedimos que nos den espacios para trabajar con servicios y/o productos, tal como le compran a cualquier empresa nacional e internacional. Que nos den oportunidades. Todas las comunidades ya tienen nuevas generaciones y cada una viene con una innovación, pero no pueden involucrarse con sus conocimientos por falta de oportunidades.
El modelo EMPRESA COMUNAL, ha sido ejecutado en varias regiones, sin ningún apoyo del gobierno. La última norma que reglamenta su existencia fue el decreto supremo N° 045 – 1993. A la fecha se necesita un programa del Estado que muestre este ejemplo a otras comunidades, el cual servirá para minimizar los conflictos en el Perú. Incluir a las comunidades como agentes productivos, es generar una oportunidad directa para el desarrollo de los comuneros.
En el Perú existen más de siete mil comunidades que representan más del cuarenta por ciento del territorio nacional. Los grandes economistas mencionan que nuestro país necesita crecer un promedio superior al 5.5% anual, la pregunta es ¿Cómo podríamos soñar en ese porcentaje si no estamos atendiendo ni le damos importancia a un gran número de personas que representan a las comunidades? ¿Cómo podríamos crecer si no las capitalizamos, no les damos capacidades técnicas, tecnológicas, acompañamiento, no aseguramos el cumplimiento de acuerdos ni el Estado ejerce su rol?
Todas estas preguntas nos indican que necesitamos una estrategia de sensibilización en todos los niveles socioeconómicos. Así como existen necios en las clases sociales protestantes (C, D, E), también existen necios que no escuchan ni entienden en las clases sociales elitistas (A, B), que piensan que los conflictos se solucionan con regalos. Entendamos que los problemas en el Perú tenemos que solucionarlos desde el FONDO y no desde la FORMA.
Necesitamos una revolución productiva de las comunidades y el esperado 5.5 % de crecimiento anual quedará en la historia. Nuestras cifras serán superiores por el compromiso, no solo de las grandes inversiones, sino del verdadero Perú profundo.
Las comunidades en nuestro país están escribiendo una historia que no se conoce y nunca nos toman en cuenta en las decisiones que nos involucran. Un ejemplo claro es el diseño de la ley de consulta previa que se elaboró sin consultarle a nadie, cuando la mejor forma de sensibilizar es brindando información y diciendo la verdad.
Otro ejemplo claro es el emprendimiento de “grandes revoluciones del país” con eruditos que no conocen la realidad: La revolución educativa en el país es liderada por personas que nunca sabrán que es escuchar clases de un docente que sobrevive con S/. 650.00 al mes, personas que nunca escucharon clases a más de 10° grados bajo cero, nunca caminaron más de diez kilómetros para ir a la escuela, que nunca entienden que el Perú así como su geografía es diferente y necesita una verdadera revolución adecuada a la realidad. Deberíamos pensar que para hacer algún cambio, el principal actor debe ser a quien va dirigido.
El esfuerzo por mejorar la vida es un común denominador en las comunidades. Al gobierno entrante de Peruanos Por el Kambio (PPK), le decimos que hagamos un cambio verdadero, pero para eso las comunidades necesitamos: Actualizar la Ley de Comunidades Campesinas y de manejo empresarial. Ley de creación del programa nacional de empresa comunal del Perú, como proyecto de desarrollo y oportunidad.