Fuente: Andina 

Quiere ganar el oro en los Panamericanos de Lima 2019

El peruano Diego Elías tiene claro a sus 22 años que quiere ser el primer latinoamericano en llegar a ser número uno del mundo de squash, un deporte que practica desde que tenía solo 3 años y que le ha llevado a ocupar actualmente la novena posición del ránking mundial.

Elías ha crecido con una raqueta de squash en su mano con una constante progresión que le llevó a ser campeón mundial juvenil dos años consecutivos antes de pasar al circuito mundial sénior, donde se bate en duelo con las potencias mundiales, jugadores salidos de Egipto, Reino Unido y Francia.

“Al comienzo la gente no podía creer que había salido de Perú y que les estaba ganando a ellos, que son los mejores del mundo”, comentó Elías en una entrevista con la Agencia Efe.

Su mayor ventaja es sus 1,88 metros, lo que le hace llegar con poquitos pasos a todos los puntos de los alrededor de 62 metros cuadrados que ocupa la cancha de squash.

En Perú el squash solo se practica en clubes privados, pero Elías se adiestra en él desde antes de ir al colegio gracias a su padre, José Manuel Elías, que fue campeón nacional durante veinte años consecutivos y actualmente ejerce como su entrenador y lo acompaña en casi todos los torneos internacionales que disputa.

“La mayoría de los jugadores que están en el ‘top’ siempre tienen competencias muy cerca de casa y pueden entrenar entre ellos. En cambio para mí es más complicado, porque cada vez que quiero jugar torneos, tengo que viajar bastante”, explicó.

“Por suerte no me tomó mucho tiempo adaptarme. En mi primer año (en sénior) gané tres torneos y subí bastante rápido en el ránking. Al año y medio ya estaba entre los cincuenta primeros”, recordó.

El peruano reconoció que lo más duro de esa rutina es la concentración de partidos que puede acumular en pocos días, con su consecuente desgaste físico.

“Cada vez que tengo un buen resultado, estamos felices, pero mi padre siempre me dice que al día siguiente hay que olvidarse, enfocarse en los siguientes campeonatos que vienen. Es bueno tenerlo a él, porque me ayuda a concentrarme en los siguientes retos”, valoró Elías.

El talentoso jugador de squash, que pasa entre seis y ocho meses al año compitiendo lejos de su casa, tiene este año como principal ambición colgarse la medalla de oro de su disciplina en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde será la estrella local.

“Lo tengo en mente desde hace bastante tiempo”, afirmó Elías, que en los Panamericanos de Toronto 2015 se tuvo que conformar con la plata al perder la final frente al colombiano Miguel Ángel Rodríguez.

“Ahora quiero mi revancha y estoy entrenando fuerte para ello. También creo que tenemos muchas posibilidades en dobles con Alonso Escudero. Ya ganamos en los Juegos Suramericanos y en el campeonato panamericano de squash”, agregó.

Para Elías, el colombiano Rodríguez no será su único rival fuerte, pues también guarda mucho respeto por los hermanos mexicanos César y Arturo Salazar, “que están en los puestos 25 y 40 del mundo”.

“Poco a poco está creciendo en Sudamérica el squash. Creo que dentro de poco habrá más torneos. En categorías de menores ya hay algunos jugadores sudamericanos que están teniendo buenos resultados”, apuntó.

El peruano destacó el entrenamiento que requiere esta disciplina y los sacrificios que le llevaron a él a estudiar a distancia sus dos últimos años de secundaria, cuando se proclamó campeón mundial juvenil, un éxito que consiguió a cambio de perderse reuniones con amigos e incluso el viaje final de su promoción.

Así, Elías es capaz de pasarse horas golpeando la pelota con su raqueta en la pared sin que caiga al suelo, un estricto

entrenamiento que ha transformado en su modo de vida para intentar ser el mejor del mundo.