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El Niño costero pone en alerta al sector minero

Fuente: Diario El Comercio

El transporte de minerales desde los andes centrales y del norte ha quedado interrumpido en varias zonas por El Niño costero.

En medio de un contexto de alza de los precios de los metales, el Perú corre el riesgo de sufrir una importante interrupción en su oferta. Las inundaciones y huaicos que asolan el país producto de El Niño costero han afectado las dos principales vías de transporte de minerales desde los Andes centrales al puerto del Callao: el Ferrocarril Central y la Carretera Central. 

Por ello, como reporta un informe de la agencia Bloomberg, Minera Chinalco, que opera Toromocho –la sexta mina de cobre del país por nivel de producción el año pasado–, y Compañía Minera Milpo están recurriendo a los inventarios almacenados en el Callao.

Dos clientes de Chinalco informaron a Bloomberg que la empresa declaró fuerza mayor en algunos envíos de cobre de Toromocho. Esta cláusula elimina la responsabilidad por catástrofes naturales e inevitables como El Niño. La empresa no confirmó esta información pero su gerente de asuntos corporativos, Álvaro Barrenechea, dijo a la agencia en un correo electrónico que la empresa estaba tratando de administrar las existencias acumuladas mientras se restablecía el servicio ferroviario. 

Por su parte, en un hecho de importancia reportado a la Superintendencia del Mercado de Valores al final de la tarde del lunes, Volcan Compañía Minera, el mayor productor de zinc del país y de América Latina, declaró que suspendía temporalmente la entrega de concentrados a sus clientes hasta que se reanude el transporte interrumpido por El Niño. 

“A la fecha, hemos invocado la cláusula de fuerza mayor de nuestros contratos con clientes, navieras y almacenes”, señaló la empresa. Un vocero informó a El Comercio que estos problemas aún no han generado un impacto en su nivel de producción ni en sus ventas. 

El Niño costero pone en alerta al sector minero

CUESTIÓN DE TIEMPO 
La capacidad de las mineras para cumplir sus compromisos con las existencias acumuladas en el Callao no es uniforme. José Miguel Morales, director de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), informó a El Comercio que esta alcanzaría para unos 30 días. Un informe de la banca de inversión BTG Pactual, publicado ayer y recogido por Bloomberg, estimó que para el caso del mineral semiprocesado de hierro el inventario sería de 45 días. 

No obstante, Bloomberg refiere que el director financiero de Compañía de Minas Buenaventura, Carlos Gálvez, afirmó el lunes que la empresa tiene capacidad de almacenar la producción en sus minas durante los próximos siete a 10 días antes de que se quede sin espacio y se agote el suministro de explosivos y combustible. 

En ese sentido, el tiempo que tome la reanudación del servicio del Ferrocarril Central, operado por Ferrocarril Central Andino (FCA), y de la transitabilidad plena de la Carretera Central será la variable fundamental para saber si se afectará la producción de mineral en la sierra central por El Niño. 

Juan de Dios Olaechea, presidente de FCA, precisó a este Diario el lunes por la noche que la empresa está trabajando para frenar la fuerza del río Rímac con muros de contención para devolverlo a su curso madre, aprovechando la relativa calma de las lluvias. “Me he puesto como objetivo 12 días [para reanudar el servicio], pero todo depende de la naturaleza”, dijo el ejecutivo. 

Ante la interrupción del ferrocarril, las mineras han optado por enviar el concentrado hasta La Oroya, donde lo traspasan a camiones herméticos que llegaban al Callao vía la Carretera Central, explicó Morales Dasso. Otra opción ha sido usar la carretera Lima-Canta-Huayllay, asfaltada al 90%. 

Así, el mineral tarda en llegar a Lima entre 48 y 62 horas y no en 24 horas, como suele pasar cuando el servicio ferroviario funciona con normalidad, precisó el dirigente gremial. 

Sin embargo, ante las nuevas afectaciones a la Carretera Central, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha ordenado dar prioridad a la circulación de buses de transporte de pasajeros y de camiones de carga de productos y alimentos de primera necesidad, los cuales también escasean por El Niño.